TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, LA VEGA, 24 de septiembre, 2015. -Miles de feligreses de diferentes puntos de la región Cibao y  de otros lugares del país acuden este jueves al Santo Cerro, como tradicionalmente lo hacen cada 24 de septiembre, para venerar y honrar a la Virgen de Las Mercedes en su día.

Desde la noche de este miércoles comenzaron las procesiones a pie y en vehículos desde diferentes comunidades, principalmente de Santiago, Moca, Salcedo y otras cercanas al Santo Cerro. También desde Santo Domingo, San Cristóbal y San Pedro de Macorís.

Muchos de los devotos dijeron que cumplían promesas que habían hecho a la Virgen de Las Mercedes por concederles algún milagro que pidieron.

Como cada año no faltan los vendedores de todo tipo de mercancías y comestibles y las ofertas de cuadros, efigies, medallas, afiches con la imagen de Las Mercedes, así como los limosneros y personas que dicen estar enfermas y que acudieron al santuario a pedir un milagro a la Virgen para que los ayude a sanar sus dolencias.

Muchos de los creyentes que suben al Santo Cerro le llevan flores,  prenden velas y velones a la Virgen y oran frente a su altar para que ayude al pueblo dominicano.

También fue notorio ver desfilar carros, yipetas, autobuses repletos de personas que se desplazan desde Santo Domingo, el Sur y el Este hasta el Santo Cerro.

Tanto en esta capital como en otros pueblos  la Iglesia Católica celebra una series de actividades religiosas por motivo del Día de la Virgen de las Mercedes, que incluyen misas y una procesión que recorre varias calles de la Zona Colonial, en Santo Domingo, donde participan miles de creyentes.

El hoy llamado Santo Cerro formaba parte en tiempos precolombinos del Cacicazgo de Maguá. Cuenta  la leyenda, que en 1495 mientras se libraba una batalla entre indígenas y españoles, apareció la Virgen de las Mercedes en una gran cruz de madera, que había levantado Cristóbal Colón debajo de un árbol de níspero. Esto  hizo que los indígenas huyeran despavoridos del lugar, y los colonizadores obtuvieran el triunfo.

Antes de morir, Colón pidió a su hijo Diego, la construcción en este cerro de una iglesia en honor a la Virgen de las Mercedes, hecho que no materializo. En 1527 se establece en el cerro el primer convento de la Orden de la Merced.