Reclamaciones mutuas de Cuba y EEUU entorpecen las relaciones
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA, 13 de Diciembre, 2015. -Enfrentados al obstáculo de dar solución a casi seis décadas de reclamaciones y contrarreclamaciones financieras que ascienden a cientos de miles de millones de dólares, diplomáticos de Estados Unidos y Cuba decidieron la semana pasada echar mano a la respuesta más socorrida de su profesión: acordaron volver a tratar el tema, tomaron sus maletines y se marcharon.
El rápido y aparentemente improductivo final del primer día de negociaciones sobre las reclamaciones no sorprendió a los expertos, quienes dicen que las dificultades de llegar a un arreglo son tanto difíciles como complejas, quizás más que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas el año pasado, que exigió 18 meses de conversaciones secretas, el complicado canje de espías e incluso una intervención divina—o, al menos, del Papa.
Pero el aparente desinterés de ambas partes en establecer un cronograma acelerado para las negociaciones —se limitaron a convenir en algún momento del primer trimestre del 2016— desconcertó a muchos observadores.
“No queda mucho tiempo para encontrar una solución”, dijo Mauricio Tamargo, abogado de Arlington, Virginia, y ex jefe de la comisión del gobierno estadounidense que manejó las reclamaciones financieras por propiedades confiscadas en Cuba.
“Al gobierno del presidente Obama le queda un año. Y la economía cubana sufre un alto grado de deterioro desde que Venezuela eliminó los subsidios. La única razón por la que Cuba está dispuesta a negociar es porque han perdido todo el dinero que les daba Venezuela”.
Sin una solución a las reclamaciones, será prácticamente imposible que Estados Unidos y Cuba comercien en términos normales, porque el embargo no puede levantarse hasta que se satisfagan unas 6,000 reclamaciones de empresas y personas estadounidenses por valor de unos $8,000 millones.
Y aunque algunos analistas dicen que el presidente Barack Obama pudiera tener cierto espacio de maniobra jurídica para aliviar el embargo sin la aprobación del Congreso, no puede negociar los $3,000 millones en fallos judiciales contra Cuba a favor de ciudadanos norteamericanos que alegan que sus familiares fueron asesinados por las fuerzas de seguridad del gobierno cubano.
“A menos que esos fallos se paguen, será como una ley de empleo pleno para los abogados en Estados Unidos” , dijo Nicolás Gutiérrez, asesor jurídico de Miami que trabaja en reclamaciones al gobierno de Cuba. “Cada vez que un avión cubano aterriza en un aeropuerto de Estados Unidos, o un barco cubano atraca en puerto estadounidense, habrá un abogado listo con sus documentos para incautarlo”.
El gobernante Raúl Castro, menos constreñido por medidas legislativas, fallos judiciales o la opinión popular, parecería estar menos atado de manos en cualquier negociación. Pero Castro, quien alega que Estados Unidos le debe a La Habana $302,000 millones en daños y perjuicios por concepto del embargo económico y agresiones como la invasión de Bahía de Cochinos, tiene sus propios problemas.
Se calcula que sólo el 5 por ciento de los activos económicos confiscados por el gobierno cubano eran de ciudadanos estadounidenses. Así que pagar esas reclamaciones estadounidenses sería una luz verde para otras reclamaciones procedentes de otras partes del mundo, entre ellas las de más de un millón de cubanos que viven en el exilio.
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