TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, Ciudad del Vaticano, 02 de enero, 2016. -En su primera misa del año,  el papa Francisco alertó ayer del “río de miseria” y violencia que crece en el mundo y pidió vencer la indiferencia y recurrir a “la fuerza de la fe” para abrir “nuevos caminos” que alcancen acuerdos a los que no llegue la política.

El pontífice recordó “la multitud de formas de injusticia y de violencia que hieren cada día a la Humanidad”, una situación que tildó de “río de miseria”.

“Cómo es posible que perdure la opresión del hombre contra el hombre, que la arrogancia del más fuerte continúe humillando al más débil, arrinconándolo en los márgenes más miserables?”, cuestionó.

También se preguntó hasta cuándo la maldad humana sembrará la tierra de violencia y odio, con víctimas inocentes.

“¿Cómo puede ser éste un tiempo de plenitud, si ante nuestros ojos miles de hombres, mujeres y niños huyen de la guerra, del hambre, de la persecución, dispuestos a arriesgar su vida con tal de que se respeten sus derechos fundamentales?”, lamentó.

Su santidad aseguró que esta problemática, esta riada de violencia “alimentada por el pecado”, no puede hacer nada “contra el océano de la misericordia”, precepto al que ha consagrado su Año Santo Extraordinario para vencer la indiferencia que impide la solidaridad y salir de la falsa neutralidadd terrorista en la que se encuentra el continente europeo.

El papa concluyó la ceremonia a las 11:30 hora local (10:30 GMT), una hora y media después de su inicio, y emprendió la salida de la basílica escoltado por 12 guardaespaldas, que se entremezclaron inusualmente con los monaguillos y miembros del clero que conforman la comitiva papal.

Posteriormente, se asomó a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico para rezar el primer Ángelus mariano del 2016 y dirigir su catequesis a los numerosos fieles y turistas que le observaban desde la plaza de San Pedro, a quienes felicitó el año.