Policías denunciaron que las instrucciones dadas por el Jefe de la Policía, el mayor general, Nelson Peguero Paredes para la entrega o cambio de armas de reglamento son tiradas al zafacón en esa dependencia.

Por José Cuevas

TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, 08 de enero 2016-. Un desorden mayúsculo prevalece en Intendencia de Armas de la Policía Nacional, toda vez que se están revotando las órdenes no solo dadas por el jefe de esa institución, el mayor general, Nelson Peguero Paredes, si no de oficiales superiores y subalternos con la asignación o cambios de armas de reglamento a los miembros que la necesitan.

Varios policías de diferentes rangos que no quisieron revelar sus nombres por temor a represalia, denunciaron a Tras las Huellas Digital.com.do, que el encargado de Intendencia de Armas, el coronel Juan Gondres Alcántara, no solo incurre en el maltrato y en las largas esperas, sino que cuando le hacen llegar el oficio instructivo de cambio o entrega de armas éste hace el caso omiso y las mismas son tiradas al zafacón.

Esto ha hecho según los policías denunciantes, que se imponga un disgusto generalizado en la actual jefatura policial.

Expresaron que da pena que no puedan defenderse de los ataques que reciben por parte de la delincuencia porque no tienen su arma de reglamento y en otras ocasiones la que portan no le sirve.

“Mire comando, este es un desorden que tiene ese coronel ahí. En mi caso regresé desde Barahona y desde ayer en la tarde estoy aquí y así existen decenas de uniformados. Ni aparece el coronel, ni aparece el armero Mancebo, es como si estuvieran manejando una dependencia de su propiedad”, expuso uno de los miembros denunciantes.

A eso se debe que policías estén prestando servicio desarmados por lo que se exponen a ser carnadas de los delincuentes callejeros, explicaron.

“Se van a ir muchos policías, porque desarmados no podemos continuar en las filas”, agregó un miembro mientras denunciaban el mal que existen en Intendencia de Armas, donde se provoca un malestar por las largas filas que se hacen y al final los policías interesados en hacer el cambio de sus armas no logran su objetivo.