Canadiense pide a DM y Mariano Germán ordenar investigar caso de estafa en su contra
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA, 14 de agosto, 2016. -El inversionista canadiense Raoul Boissé, pdió hoy al presidente de la República, Danilo Medina y al presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial, Mariano Germán Mejía que dispongan una investigación sobre la estafa cometida en su contra en la compra de unos terrenos en Sabana de la Mar, Hato Mayor, y la “lentitud y dejadez” con que la justicia ha tratado el caso.
Explicó que ha sido estafado vilmente por los hermanos Juan Eladio y Rubén Darío Castillo Santana; el primero exfiscal de Higuey, y por Arístides Radhamés Cordero García, utilizando una serie de “artimañas y componendas” luego de haber comprado los terrenos legalmente con sus títulos.
“Los delincuentes se aprovecharon de la negligencia de ciertos funcionarios y de unas contradicciones en las leyes del país, lo que es responsabilidad del Estado, pero les facilitó sus estafas”, afirmó.
Sostuvo que su caso lleva alrededor de 10 años dando vuelta en los tribunales, pero que la justicia se ha mostrado “muy lenta y benigna” con sus estafadores, por lo que exhortó al presidente Medina y al magistrado Germán Mejía intervenir en su caso.
Boissé afirmó que vino al país con la intención de ejecutar un proyecto turístico para pensionados y jubilados en la comunidad de Las Cañitas, en Sabana de la Mar, junto a otros inversionistas, lo que crearía cientos de empleos en una zona muy pobres, pero se encontró con la sorpresa de ser estafado por los hermanos Castillo Santana y Cordero García.
Agregó que los hermanos Castillo Santana le vendieron una porción de terrenos de 560 tareas por RD$9.0 millones el 28 de mayo del 2007, pero que unos seis meses después se compusieron con Cordero García y también le adjudicaron en venta la misma propiedad.
“He pasado todo tipo de sinsabores reclamando que se haga justicia pero ninguno de los tribunales judiciales ni tampoco en el Registro de Títulos hacen nada para que me devuelvan mi propiedad. Situaciones como esta lo único que hacen es alejar las inversiones extranjeras y poner en entredicho la seguridad jurídica en este país”, apuntó.
El ingeniero Boissé entrevistado en el programa de televisión “Al Máximo”, que se produce por Sport Visión (canal 35), recordó que el 28 de mayo de 2007 compró a los hermanos Castillo Santana 560 tareas ubicadas frente a la playa con el propósito de desarrollar un proyecto turístico en la zona, pero que seis meses después sin el darse cuenta volvieron y vendieron la parte más valiosa, la playa, a Cordero García.
Dijo que a su llegada al país exploró varias zonas costeras para desarrollar el proyecto turístico en compañía de otros inversionistas, pero que se “enamoró” de los predios en Sabana de la Mar, sin saber que iba a ser estafado por los Castillo Santana y varios abogados.
Boissé dijo que su único objetivo era invertir conjuntamente con otros inversionistas unos 150 millones de dólares en el proyecto turístico, pero con esta estafa se pone de manifiesto que en República Dominicana no hay seguridad jurídica que proteja la inversión extranjera.
Sostuvo que en ese proyecto se contemplaba la construcción de villas, condominios, un hotel, un restaurante y un puerto deportivo, lo que contribuiría al desarrollo económico y social de la zona, pero que esto fue al abismo.
Afirmó que luego de comprar cinco propiedades y casi un kilómetro de terreno frente al mar, se dio cuenta que ninguno de sus vendedores era dueños de la tierra que había comprado, y que ante esa situación tuvo que acudir a la justicia a buscar sus títulos “y hasta hoy, diez años más tarde todavía solo ha podido conseguir un 30 por ciento”.
El inversionista Boissé, quien tiene 80 años, dijo que aunque ya no tiene la fuerza suficiente para emprender el proyecto, seguirá luchando en los tribunales hasta lograr que los “estafadores y delincuentes” sean condenados por la justicia, donde hay hombres serios y responsables y que le entreguen sus títulos de manera a permitir la transferencia del proyecto a otros inversionistas.
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