TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, Santiago, 15 de febrero, 2017. –El proceso de saneamiento de las finanzas  que vive el Ayuntamiento de Santiago, abarca distintas áreas en las que la pasada gestión invertía recursos sin ningún control, de ahí el cúmulo de deudas dejadas a las actuales autoridades, ante la imposibilidad de saldar las mismas.

Un ejemplo claro de esos gastos sin ningún control, lo constituye la alta  facturación  eléctrica de la Alcaldía, que viene asumiendo los gastos por ese concepto de consumo de decenas de casas clubes y  plays que a su vez traspasan ese servicio a negocios informales, como talleres, cafeterías y otros.

Otro elemento que genera las altas facturaciones, es que las casas clubes, por lo regular rentan sus salones para actividades privadas y los recursos recibidos no son destinados a pagar el servicio energético, por lo que esos gastos tiene que pagarlos la Alcaldía municipal, que ha decidido establecer reglas claras para poner el orden y reducir los gastos  por esos conceptos.

El Ayuntamiento de Santiago, paga un promedio de seis millones de pesos mensualmente por el consumo eléctrico de las casas clubes y centros comunitarios, una carga que se hace insostenible y obliga a la actual gestión municipal a establecer reglas en las que esos negocios privados  que se amparan en centros comunitarios, paguen la energía que consumen.

La Alcaldía de Santiago, aseguró que seguirá subsidiando dichos centros, cubriendo  el consumo básico que representa mantener la iluminación en esos lugares, pero no seguirá pagándole los gastos de actividades privadas, ni a negocios que utilicen la energía de esos centros comunitarios, que en nada beneficia  a la comunidad.

Hay casos en los que un centro comunitario tiene un consumo de hasta ochenta mil pesos de energía eléctrica  y eso es insostenible, lo que da una idea clara  de que esos centros no están siendo utilizados con fines a favor de las comunidades, sino haciendo negocios, con los cuales pueden pagar sus propios consumos.

Se han detectado otros casos, en los que el Ayuntamiento de Santiago, venía pagando el consumo de energía eléctrica en lugares fuera de la jurisdicción de Santiago y que por amiguismo de personas vinculadas a otras gestiones, consiguieron el pago irregular de ese servicio.

La gestión que encabeza el alcalde Abel Martínez, está plenamente decidida a establecer reglas claras y que los directivos de esos centros comunitarios se comprometan a hacer un uso adecuado de la energía,     que sea utilizada estrictamente para mantener iluminados esos centros, no para permitir conexiones extras a particulares.