Detalló que buscan una solución definitiva a los problemas que por décadas han afectado a este penal, ya que cada vez es más grande la cantidad de internos que son enviados a cumplir allí diferentes sentencias condenatorias o medidas de coerción.

En ese sentido, dijo que “en la misma medida que cada día aumenta la población penitenciaria así aumentan los niveles de hacinamiento y otras dificultades colaterales que trae consigo tener en un espacio a 9,135 internos cuando fue construido en el año 1952 con una capacidad para mil personas”.

“Asumo el compromiso de hacer todo lo humanamente posible para que éstos proyectos sean pronto una realidad y así terminar de una vez y por todas con el oprobio y la violación de los derechos humanos que por años han persistido en este penal, donde conviven miles de hombres en medio del hacinamiento y múltiples dificultades que impiden su regeneración como manda la ley”, manifestó.

Expresó que con los dos nuevos centros que se tiene previsto construir próximamente buscan restaurar los derechos humanos a los internos que actualmente cumplen prisión en este recinto.

“Procuramos garantizar justicia restaurativa poniendo a disposición de los internos, espacios dignos, alimentación adecuada, servicios de salud y los programas necesarios que permitan una efectiva rehabilitación y reinserción social, lo cual a su vez impactará de manera positiva en la prevención del delito y la criminalidad”, afirmó.

Con relación a la capacitación como aspecto fundamental en la regeneración de los privados de libertad, dijo que los nuevos centros dispondrán de espacios para talleres y aulas donde recibirán la formación y entrenamientos necesarios como parte de los programas de rehabilitación que serán impartidos.

Dijo que la construcción de esos recintos constituye una de las metas prioritarias dentro de las mejoras que aplican en los diferentes centros penitenciarios, con el propósito de mejorar el sistema y reintegrar a la sociedad a personas con capacidad de incorporarse a diferentes áreas del mercado laboral.

Al ofrecer los detalles de la iniciativa, explicó que han identificado y evalúan posibles lugares para la construcción de esos nuevos recintos y que los mismos funcionarán bajo la modalidad del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria.

Detalló que han trabajado y ya cuentan con los diseños preliminares de estos centros de corrección y rehabilitación, los cuales contarán con cuatro módulos cada uno, con capacidad de albergue para 1,200 personas, que en total tendrán una capacitad de alojamiento para 9,600 internos.

En el recorrido por todas las áreas del penal La Victoria, el magistrado Rodríguez se hizo acompañar del coordinador general de la Pastoral Penintenciaria, Fray Arístides Jiménez Richardson, con quien la Procuraduría General de la República desarrolla un programa que tiene como fin la reeducación de los internos del sistema penitenciario nacional.