Con casi 25,000 muertos, los brasileños a favor del confinamiento
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, BRASIL, 27 de mayo 2020. -La mayoría de los brasileños quiere que haya un confinamiento total en el país para disminuir la propagación del coronavirus, que en el gigante sudamericano ya deja cerca de 25,000 muertes y se aproxima a los 400,000 casos confirmados, según una encuesta divulgada este miércoles.
No obstante, aunque el 60 % apoya la medida, cada vez son más los brasileños que abandonan la cuarentena y salen a las calles, de acuerdo con un sondeo de la firma Datafolha.
El estudio, realizado entre el 25 y el 26 de abril a 2.069 personas, señala que actualmente el 35 % de los brasileños afirman que cuidan de sí mismos, pero salen de su casa, mientras que a comienzos de mes este porcentaje era del 24 %.
Lo mismo ocurre con aquellos que dan prioridad a la vida sobre una reactivación de la economía, una tendencia que impulsa el 65 % de los encuestados, pero que a comienzos de abril apoyaba el 76 % de los brasileños.
No opinan igual los empresarios, que quieren de vuelta sus negocios.
De acuerdo con Datafolha, el 55 % rechaza el confinamiento y solo un 38 % aprueba que la gente permanezca en su casa, algo que refutan con fuerza los jóvenes (72 %), las mujeres (68 %) y los que tienen menores ingresos (67 %).
El panorama, no obstante, es pesimista en Brasil, donde la mayoría de las personas considera que la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus puede extenderse de cuatro meses hasta un año.
El gigante suramericano, el segundo país del mundo con más contagios por el COVID-19, registró tan solo en las últimas 24 horas 1,039 muertes y 16,324 contagios.
El epicentro de la pandemia en Brasil sigue siendo la región sudeste, la más poblada y rica, donde el estado de Sao Paulo, en el que viven unas 46 millones de personas, concentra la mayor parte, con 86.017 casos confirmados y 6.423 muertes.
A pesar de las cifras, muchas regiones comenzaron esta semana a flexibilizar las medidas y han abierto pequeños comercios como peluquerías y templos religiosos, como fue el caso de Río de Janeiro.