Quique sugiere al nuevo gobierno tomar con firmeza medidas para reactivar economía
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, 9 de agosto 2020. El presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Quique Antún, sugirió al nuevo gobierno que encabezará Luis Abinader a partir del próximo 16 de agosto, tomar “con firmeza” un conjunto de medidas económicas que requiere en estos momentos de crisis la República Dominicana para asegurar la reactivación de la economía en el menor plazo posible.
Explicó, a través de un comunicado, que el país necesita ahora, sin menoscabo de ese propósito, priorizar la reactivación de la producción generadora de puestos de trabajo, la que ha sido severamente golpeada por la pandemia del coronavirus.
Sostuvo que, aumentando la producción y el empleo, las recaudaciones mejoran vía los impuestos a la producción y a las ventas del comercio y a personas que trabajan y manejan dinero.
El presidente del PRSC dijo que las estadísticas del mercado de trabajo son escalofriantes y puso de ejemplo que antes de la pandemia, el número de desocupados abiertos era de 294 mil, “y ahora mismo la seguridad social registra, durante la pandemia, una desafiliación de unos 344 mil trabajadores, mientras la informalidad total fue de 2 millones 532 mil”.
“Esos datos significan que más de tres millones 200 mil dominicanos carecen de condiciones dignas de trabajo, caracterizada por un acceso a los deficientes servicios provistos por la seguridad social, que generan mayor demanda al Estado con el consecuente aumento de gasto”, apuntó.
Dijo que teniendo en cuenta que en el país hay 2 millones 200 mil hogares, “eso quiere decir que cada familia dominicana está afectada y aún más, en cada familia hay 1.2 personas afectada por la pandemia, debido a la mala calidad del empleo”.
Quique Antún manifestó en ese sentido, que la tendencia que se observa es hacia el agravamiento, “si no se toman las medidas que demandan las circunstancias”.
Dijo que según la revista FORBES, el 52% de las empresas están por despedir personal, lo cual debe ser una realidad a afrontar por parte de las próximas autoridades nacionales, ya que tal situación comprometería de forma seria, la estabilidad social y política el país.
Se requiere de una reforma fiscal
El líder reformista entiende que esa tendencia requiere de una reforma fiscal que procure el aumento de la producción y la generación de puestos de trabajo.
Resaltó que esa reforma fiscal debería incluir, indefectiblemente, la revisión del gasto público, para mejorar su calidad, “así como una simplificación tributaria para mejorar impuestos y tasas, y eliminar las discrecionalidades y el contrabando”.
En ese tenor –agregó- el nuevo gobierno deberá realizar una reestructuración del Presupuesto Nacional, el cual se ha visto seriamente afectado por la situación generada por la pandemia, lo que se expresa en la significativa disminución de los ingresos vía impuestos y la mengua en la entrada de divisas; siendo así que no se lograría lo que inicialmente se previó en su formulación.
Quique Antún siguió diciendo que, junto a ello, será necesario reorientar el Presupuesto Nacional, priorizando las áreas perturbadas por los efectos de la pandemia, y que tienen mayor incidencia en la reactivación de la economía.
“Ello incluye, tal como ya hemos señalado, el dar asistencia a las grandes y pequeñas empresas para mantener los empleos; así como a aquellos sectores productivos que aseguren los bienes y servicios necesarios para el desenvolvimiento regular de la vida de la población”, manifestó.
Recordó que recientemente la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (CONFENAGRO) propuso al presidente electo, Luis Abinader, la puesta en ejecución de un Plan de Capitalización del Campo a través de facilidades crediticias a los agricultores y ganaderos del país.
El presidente del Partido Reformista también sugirió al nuevo gobierno que encabezará Abinader, considerar la posibilidad de lograr un acuerdo “con nuestros acreedores en la dirección de obtener una moratoria en el pago de la deuda, como lo han hecho varios países de la región, como Ecuador, Argentina, Perú y Bolivia.