Los senadores podría comenzar a debatir el proyecto de ley de los demócratas antes de que concluya la semana, pero sus líderes quizá decidan dar más tiempo a las negociaciones para lograr la aquiescencia republicana en la averiguación de antecedentes de los compradores.

La ampliación de antecedentes sería una victoria para los partidarios de controlar aún más las armas de fuego tras reconocer los demócratas que el respaldo legislativo no se acerca ni con mucho a la mayoría a la hora de prohibir los fusiles de asalto.

Ambas medidas han sido prioridad para el presidente Barack Obama desde la matanza del 14 de diciembre en la escuela elemental de Newtown, en Conneticut.

La Asociación Nacional de Portadores de Armas (NRA por sus siglas en inglés) se opone a la prohibición de las armas de aspecto militar y la ampliación en la indagación de antecedentes.

Sin siquiera un respaldo unánime de su partido, los senadores demócratas no han podido llegar a un acuerdo con los republicanos para aprobar el proyecto de ley. El líder de la mayoría demócrata en la cámara alta, Harry Reid, podría retrasar el debate para que continúen las negociaciones.

“Es la legislación más importante”, dijo Dan Gross, presidente del grupo activista Campaña Brady para Evitar la Violencia de Armas de Fuego, en referencia al proyecto demócrata.

Igualmente tiene un lugar destacado la reforma de la ley de inmigración.

Grupos bipartidistas en la Cámara de Representantes y el Senado seguramente ofrecerán un proyecto de ley a principios de semana para garantizar la seguridad de las fronteras, alterar ciertas normas de inmigración y dar a los millones de inmigrantes que residen sin permiso legal en Estados Unidos la posibilidad de regularizar su situación. La Comisión Judicial del Senado seguramente votará el proyecto resultante a fin de mes.

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