TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, KIEV, 7 DE MARZO,  2022.- Los bombardeos rusos redoblan en intensidad, cebándose con los civiles, para conseguir asfixiar y doblegar a las grandes ciudades y, con ellas, a Ucrania.

El cerco se cierra cada vez más sobre Kiev. La artillería rusa golpea sin descanso las localidades al norte y al sur de la capital. En este contexto, este lunes está prevista una tercera ronda de negociaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana.

«Ayer mismo hubo combates aquí. Tanques, vehículos de infantería enemigos, artillería, lanzagranadas propulsadas por cohetes. Aquí detrás se puede ver una casa destruida», nos muestra un militar ucraniano.

En Irpin, a 25 kilómetros de la capital, los obuses cayeron este domingo sobre vecinos que trataban de evacuar la zona. Según testigos, murieron al menos cuatro personas, incluidos dos niños.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha denunciado que Rusia busca provocar una «masacre deliberada» de civiles.

«Rusia ha anunciado oficialmente que mañana habrá bombardeos en nuestro territorio, nuestro complejo de defensa, nuestras fábricas -dijo el mandatario-. La mayoría fueron construidas hace décadas, incluso en la época soviética, construidas en ciudades. Y ahora están en medio de un entorno urbano ordinario. Miles de personas trabajan allí. Cientos de miles viven cerca. Esto es un asesinato. Un asesinato deliberado».

Una de las situaciones más catastróficas es la de ciudad portuaria de Mariupol, donde este domingo fracasó el segundo intento de evacuar a cientos de miles de civiles atrapados. El alto el fuego para permitir su salida apenas duró un par de horas, antes de que empezaran a caer de nuevo las bombas. Rusos y ucranianos se culpan mutuamente.

La estratégica Odesa parece ser la siguiente en la lista. Sus habitantes huyen, mientras la ciudad se prepara para un inminente ataque ruso. Odesa es la tercera urbe del país, con más de un millón de habitantes, pero, sobre todo, su principal puerto y centro neurálgico de la Armada ucraniana.