TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, La Romana, REPUBLICA DOMINICANA, 3 DE JUNIO, 2022.- El presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y de la Internacional Socialista para Latinoamérica, ingeniero Miguel Vargas Maldonado, encabezó el inicio de la reunión del Comité de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe en el país, desde este viernes y hasta mañana sábado, en esta provincia.

Al pronunciar su discurso central en el encuentro, Vargas Maldonado se refirió a las duras consecuencias que la crisis por el coronavirus ha traído al continente. “Solamente en nuestra región, la pandemia llevó a 22 millones de personas a la pobreza, de los cuales 8 millones se encuentran en situación de pobreza extrema”, alertó.

También explicó que “bastó una enfermedad con bajos índices de letalidad, para que la pobreza en América Latina y el Caribe se situase en 33.7% y la pobreza extrema en 12.5%, según cifras de la CEPAL”.

Asimismo, planteó que gracias a las vacunas aprobadas de emergencia contra la COVID-19 en un tiempo extraordinario, “podemos enfocar nuestros esfuerzos en superar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, expresadas en la crisis inflacionaria, la pérdida de empleos y el aumento de la pobreza”.

“El escenario post pandémico nos plantea el gran desafío de evitar a toda costa que la crisis provoque la multiplicación de estallidos sociales por toda la región, para ello hace falta que los gobiernos trabajen de manera mancomunada en la búsqueda de soluciones creativas tomando distancia de medidas populistas y prácticas autoritarias que al final solo contribuyen a agravar los problemas que nos aquejan”.

Advierte peligros del populismo, autoritarismo, criminalidad y la desigualdad
Miguel Vargas aprovechó el escenario para llamar la atención sobre el fenómeno de populismo y autoritarismo que afecta al mundo, en especial a América Latina y el Caribe.

“Cada vez más acudimos al penoso espectáculo de líderes y gobernantes capaces de cualquier cosa con tal de lucir simpáticos ante los ciudadanos que, en su desesperación frente a los embates de la crisis, baten palmas ante la arenga incendiaria del vengador social de turno”, advirtió.

También alertó que “el crecimiento de la pobreza y la desigualdad, sumadas al debilitamiento de la democracia, crean las condiciones para que la inseguridad y la criminalidad crezcan considerablemente”.

Vargas indicó que “el constante estímulo a la gente para que desconfíe de las instituciones tomando como pretexto la lucha contra la corrupción, como panacea para acabar con la pobreza y la desigualdad, puede derivar en una crisis de la democracia de grandes dimensiones y retrotraernos a la era de gobiernos de fuerza en detrimento de las libertades ciudadanas que ya habíamos superado”.

En ese orden, sostuvo que “es altamente peligroso que un gobernante tome medidas dirigidas únicamente a ganar el aplauso de la grada o que un líder político, con tal de acceder al poder o mantenerlo, esté dispuesto a incendiar la pradera”.

“La criminalidad es un reto complejo que debemos abordar con mucho cuidado puesto que los factores que la estimulan están íntimamente vinculados con la falta de oportunidades y la inequidad derivada de ella. La mano dura es el camino más fácil, pero también ha resultado ser el menos eficaz a largo plazo”, prosiguió.