Ex secretario de las FF.AA., Soto Jiménez, propone una ley de seguridad y defensa para que se repartan los roles policiales y militares
Al ser entrevistado en el programa de televisión «Reseñas», dijo que a Trujillo hay que volverlo a matar
Por la redacción
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA, 5 DE JUNIO 2022-. El exsecretario de las Fuerzas Armadas, el general José Miguel Soto Jiménez, dijo que este país está lleno de muchas leyes vírgenes que se emiten, se aprueban ¡y ya!, igual que la reforma orgánica de la ley de las Fuerzas Armadas.
A propósito de las medidas anunciadas recientemente para enfrentar la delincuencia, Soto Jiménez considera que lo que procede es hacer una ley de seguridad y defensa, fundamentalmente para que se repartan los roles policiales y militares.
Llamó a no festinar la medida de lanzar a las calles el patrullaje mixto, el cual describió como un recurso que se ha utilizado en varios gobiernos ante el repunte de la violencia y actos delictivos, porque en la actualidad no tiene el mismo efecto que antes.
“Es un recurso que no se puede festinar porque es un factor disuasorio. No se manda a los guardias a matar gente a la calle, pero la gente ya, como dicen los tigueres: ´no cogen de esa´, porque cuando ven la guardia… antes decían… ¡…ño los guardias están en la calle´, pero ya eso no hace el efecto”, rememoró.
Considera que hay que ir a la raíz, porque todos los gobiernos han caído en el famoso asunto de la reforma policial, “que es necesaria, pero no en desmedro de lo que la Policía Nacional representa”.
“El problema de la Policía básica no es el de la represión, es en la disuasión del delito y eso tiene que ver con aspectos tan básicos como el patrullaje continuo”, manifestó.
Soto Jiménez piensa que al Estado se le ha desbordado el tema de la delincuencia, y consideró que no se puede cifrar la reforma solo en la Policía, sino también en la sociedad y otras instituciones.
“Hay que plantearse una reforma que incluya la PN, la Justicia… y hay que visualizar y continuar la reforma en ese sentido, en el tema correccional”, apuntó.
De acuerdo con la verja perimetral
Al preguntarle sobre su parecer en cuanto a la verja perimetral que se ha comenzado a construir en la línea fronteriza, el exsecretario de las FF. AA. Manifestó que “hay que montar el muro sobre el muro que debe haber en la conciencia nacional”.
“Es una obra física que creo necesaria. Ese muro tiene que ser más inexpugnable o montado sobre la conciencia del dominicano, inclusive se pueden integrar con las organizaciones y las escuelas”, manifestó durante su participación en el programa Reseñas, que conducen los periodistas Rafael Núñez y Adelaida Martínez R. por Entelevisión los sábados a las 9:00 de la noche.
Expresó que es la marca, la señalización de ese sentimiento, pero que, naturalmente, hay que comprender que el muro sin el hombre vale poco y el hombre no es solo el dominicano común, sino las Fuerzas Armadas: “Y ahí deben integrarse todas las agencias”.
“A Trujillo hay que volverlo a matar”
El historiador José Miguel Soto Jiménez considera que el dictador Rafael Leonidas Trujillo sigue vivo, no solo en la funcionalidad del Estado, sino también en otros muchos aspectos de la vida nacional.
“Yo tengo una tesis: a 61 años de la muerte del dictador… y ahora está de moda porque se está hablando de destrujillización y de la vida nacional… Yo digo que hay que volver a matar a Trujillo otra vez y eso parece un tremendismo”, manifestó Soto Jiménez, a propósito de compartir detalles de su libro “Malfiní. Radiografía de un magnicidio”.
El exsecretario de las Fuerzas Armadas manifestó que sin ser muy pretencioso, piensa que uno de los culpables de que se esté hablando de destrujillización del Estado es él mismo.
“Y tú te preguntarás: ¿pero Soto quiere volver a matar a Trujillo? Es una muerte ritual, Yo lo que pienso es que Trujillo no solo en la funcionalidad del Estado, sino también en otros muchos aspectos de la vida nacional y, sobre todo, como lo demuestran los acontecimientos, sigue vivo en el imaginario de poder del pueblo dominicano”, dijo.
Sobre la opinión de algunos de que ese remanente trujillista se pone de manifiesto hasta en el comportamiento de la Policía y las fuerzas militares, Soto Jiménez dijo que hay un estudio inglés que se refiere a esta parte.
“A mí me gustó lo que ellos dijeron, eso naturalmente ya no es una política de Estado como lo fue en otras épocas. Sin embargo, quedan los residuos en la mentalidad, pero no solo en los guardias y policías, sino en el ciudadano común”, manifestó, al explicar que las Fuerzas Armadas son un reflejo de la sociedad donde se desarrollan.
Señaló que es una falta de respeto a los hombres y mujeres que sufrieron la dictadura, decir a 61 años de la muerte de Trujillo que no se ha avanzado.
“Mira lo que hemos avanzado: hay tratadistas que dicen que tenemos una democracia electoral o electoralista, pero a la gente se le ha olvidado los traumas subsiguientes que había en cada proceso. Pero yo no estoy hablando de esas crisis electorales muy propias de aquí y de Latinoamérica… a la gente se le olvidó que hubo campañas electorales aquí donde hubo batallas campales con armas de fuego”, apuntó.
La matanza de haitianos en 1937
Al recordar sobre la matanza de haitianos en 1937, atribuida a la dictadura trujillista, Soto Jiménez dijo que muchos desconocen que Trujillo tenía ascendencia haitiana, al recordar que la abuela (Luisa Erciná Chevalier) y bisabuela del tirano eran de origen haitiano.
El general Soto Jiménez piensa que hubo una parte importante de la población que estuvo con la dictadura y apuntó que eso lo dijo el mismo profesor Juan Bosch de una manera sabia y muy política, quien planteó en un artículo que había que dejar de rumiar el odio como las hienas.
“Y dijo otra cosa Juan Bosch, y nadie puede dudar que es una figura antitrujillista que pagó con el exilio, dijo otra cosa: que eso le hizo ganar las elecciones, él dijo (Juan Bosch) que Trujillo había sabido gobernar. Él no estaba diciendo que era bueno o malo”, rememoró.
Agregó que “esa gente que era trujillista, que estaban amenazados por el doctor Viriato Fiallo, votaron masivamente por el profesor Juan Bosch, quien ganó abrumadoramente”.
Los hombres del 30 de mayo asesinaron el miedo
Manifestó que “todavía hoy se está discutiendo la motivación de los hombres del 30 de mayo que no admite ninguna discusión, porque esos hombres más allá de la concreción del hecho en realidad, esos hombres asesinaron el miedo de tres décadas, esa es la figura y es más que poesía: ellos mataron el miedo”.
“Lo que hay que ver claramente en la significación del 30 de mayo de 1961 es que benefició a República y al pueblo dominicano, que estaba oprimido de una forma brutal, diría yo, por 31 años”, manifestó.
Señaló que para él, Trujillo no era nacionalista desde el punto de vista ideológico de la palabra, sino que era el dueño de una finca que se llamaba la República Dominicana ·y no hay nada más celoso que un dueño de finca con sus colindantes”.
Como aportes al país señaló que el tirano creó el Código de Trabajo que se vino a modificar durante el gobierno que encabezó Leonel Fernández.
Llamó a ver el antes y el después del 30 de mayo de 1961, acontecimiento que definió como uno de los más importantes junto a la Guerra de Abril.
Los cuatros poderes fácticos pisados por la bota de Trujillo
Al citar su otro libro “Trujillicón”, dijo que el mismo concentra las consecuencias políticas de la eliminación de Trujillo, donde en vez de producirse el gran cambio, no lo hubo y que esto se debió a factores geopolíticos.
“Cuatro poderes fácticos que estuvieron pisados por la bota de Trujillo durante 31 años, al verse liberados tomaron vida propia plena, y en vez de ser el gran cambio o la gran transición, lo que hubo fue un acuerdo entre los poderes fácticos: la Iglesia católica, el poder extranjero, la burguesía nacional y las fuerzas militares”, explicó.
Apuntó que el tránsito trajo ese acuerdo que convirtió un trujillismo personal en un trujillismo plural, entonces cada cual cogió una tajada de su influencia, repartiéndose, por ejemplo, la burguesía, todas las empresas del tirano.
“Los norteamericanos, trataron de darle continuidad a ese trujillismo sin Trujillo al servicio de sus intereses… su preocupación era que pasara en Santo Domingo lo que pasaba en Cuba y se desata después la Crisis de los Misiles”, rememoró Soto Jiménez.
Ante la pregunta de cómo ve la actitud del dominicano de depredar lo que puede ser un museo de lo que fue el trujillismo, dijo la muerte del tirano en vez de unificar lo que hizo fue profundizar el dilema nacional.
Manifestó que Trujillo en sus últimos años políticamente se desbordó en su propia lógica porque hizo un uso del poder permanente que desgasta.
Apuntó que “Trujillo es el eslabón en la historia más fuerte del autoritarismo clásico dominicano” y señaló que todos los autócratas y déspotas en todas las épocas no solo se copian entre sí, sino que uno va, no mejorando, sino perfeccionando al otro, bueno Trujillo es el más fuerte, es el hombre que más poder ha tenido en la República Dominicana”.
Lo más importante, como reflexión, es que ese hombre, que era el num plus ultra del poder y en muchos casos del abuso, pasó en 15 minutos desde la cúspide del poder al baúl de un carro.