Maduro agita el fantasma de las conspiraciones

CARACAS, 01 de Septiembre, 2013. –Sicarios colombianos contratados para matarlo, sabotajes económicos y hasta planes de envenenamiento, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha convertido las denuncias de conspiración en un rasgo cotidiano de su Gobierno.
«Después de la pérdida física del comandante (Hugo) Chávez, la derecha internacional arrancó un proceso de conspiración contra Venezuela», aseguró Maduro luego de que su Gobierno anunciara esta semana la detención cerca de Caracas de dos colombianos que supuestamente formarían parte de una red de sicarios con intención de asesinarlo.
Siguiendo los pasos de su antecesor, Hugo Chávez, quien también acostumbraba a denunciar maniobras desestabilizadoras en su contra, Maduro ha denunciado en sus poco más de 100 días en el poder guerras
psicológicas, sabotajes económicos, la infiltración de sicarios colombianos y mercenarios pagados por «la derecha salvadoreña» para matarlo y un supuesto plan orquestado para envenenarlo.
El expresidente colombiano Álvaro Uribe, el exembajador estadounidense en Venezuela Otto Reich y el anticastrista Luis Posada Carriles suelen ser los blancos de sus denuncias, que la oposición ha rechazado como una cortina de humo para ocultar los problemas del país.
El Gobierno ha defendido la credibilidad de estos anuncios y ha dicho que son producto de investigaciones serias, aunque la oposición le ha reclamado que presente pruebas.
Para el escritor y columnista Alberto Barrera, esta serie de denuncias refleja la «sociedad preapocalíptica» en que se ha convertido Venezuela, donde siempre está a punto de suceder una «hecatombe que nunca ocurre».
«Esta es una sociedad supermediatizada. Venezuela perdió su sentido de una verdad común, lo que tenemos todo el tiempo son versiones de versiones, incluso las noticias son rumores», dijo a Efe Barrera, coautor de la biografía «Hugo Chávez sin uniforme».
En el plano político, las teorías conspirativas ayudarían además a Maduro a generar cohesión en torno a su figura al interior del chavismo, especialmente tras haber ganado la Presidencia con unadiferencia de menos dos puntos frente a su rival, que aún no
reconoce su victoria.
«Se trata de generar grandes amenazas para cerrar filas en defensa de Maduro», dijo Barrera, recordando que el presidente debe construirse también una historia propia luego de ser designado «a dedo» por Chávez como su heredero político.
Entre las denuncias que Maduro ha ido sumando está la acusación de que detrás de los insólitos asaltos en el oeste del país para cortar y robar el cabello de las mujeres con el fin de venderlo luego hay una «guerra psicológica» contra Venezuela.
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