El gobierno de Pakistán ha impuesto el toque de queda en la ciudad de Rawalpindi luego de que ocho personas murieran en enfrentamientos sectarios.

La violencia estalló el viernes durante una procesión de musulmanes chiitas que celebraban una de las fechas religiosas más importantes del mes de Muharram.

Varias personas resultaron heridas y fueron incendiadas tiendas y negocios en el enfrentamiento entre chiitas y sunitas, las dos ramas del Islam.

Los funcionarios informaron que el toque de queda permanecerá vigente hasta el sábado a la medianoche.

Policías y soldados patrullan las calles de la ciudad para evitar nuevos incidentes de violencia.