Afganistán, 18 de enero, 2014. -La comunidad internacional expresó una fuerte condena por el ataque suicida perpetrado en un restaurante libanés en la capital afgana, Kabul, donde al menos 21 personas murieron, muchos de ellos extranjeros.

Entre los fallecidos está el jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) Wadel Abdallah, y cuatro miembros del personal de Naciones Unidas en el país.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, condenó el ataque que describió de «horrífico».

El funcionario señaló que los ataques contra civiles eran totalmente inaceptables y una flagrante violación de la ley humanitaria internacional.

El restaurante, en una próspera zona de Kabul, era popular entre los residentes extranjeros y funcionarios del gobierno.

Entre los muertos trece eran procedentes de Canadá, Rusia, Líbano y Reino Unido y el resto eran afganos.

El Talibán se responsabilizó el ataque que, según la policía, fue llevado a cabo por un sujeto que estalló la bomba en la entrada del restaurante.

Después de la explosión, dos hombres armados abrieron fuego contra los clientes que se encontraban en el recinto.