SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, 6 de abril 2014-. Agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas DNCD, bajo la dirección jurídica del Ministerio Público, decomisaron 64 cajas de doble fondo de un total de 100 cargadas de guineos, las cuales contenían 124 láminas de un polvo presumiblemente cocaína o heroína, durante un operativo de revisión en un almacén de envíos en el Aeropuerto Internacional de Las Américas.

El organismo antidrogas precisó que tras una exhaustiva revisión en el depósito número 8 del referido almacén a cargo de la unidad K-9 Troy, acompañado del procurador fiscal Héctor García Acevedo, coordinador de los fiscales en Santo Domingo, mientras se revisaban 100 cajas de guineos, se verificó que una de ellas tenia doble fondo, y en ella se encontraba la sustancia envuelta en un material plástico.

El vocero de la DNCD, Miguel Medina, indicó que tras someter la caja de cartón a los Rayos X se localizó una lámina que contenía la sustancia, por lo que se procedió a revisar el resto de la carga, determinándose que 64 de las cajas tenían doble fondo, con dos láminas cada una, totalizando 124 láminas camufladas en el interior del cartón de las cajas que contenía los guineos del tipo orgánico.

Señaló que el frustrado cargamento con la sustancia narcótica sería enviado a través de la empresa United Aviation hacia la ciudad de Madrid, España, en el vuelo No.UX088 de la línea aérea Air Europa.

Medina manifestó que los agentes detuvieron a dos sujetos, uno de ellos señalado como la persona que recibió las cajas que contenía los guineos y transportó la carga hacia la terminal aérea, así como a otro individuo que le acompañaba al momento de la detención.

Dijo que la sustancia fue remitida al Departamento de Cadena de Custodia del organismo, desde donde sería remitida al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para determinar el tipo de la droga y el peso exacto, mientras que los detenidos serán sometidos a la justicia en las próximas horas e identificados por parte del Ministerio Público.

Por José Cuevas