El tema fue abordado en el programa Espejo Público, conducido por los periodistas Wendy Gil y Tomás Marte, que se transmite los domingos de 6 a 7  pm.,  por Santo Domingo TV canales 24 y 69.

SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, 7 de abril 2014-. En el país se tiene una perspectiva discordante en cuanto a lo que debería ser la realidad en torno a los altos mandos destinados a preservar la seguridad, la paz, la libertad y la soberanía nacional.

Hay quienes expresan que el número de oficiales con rangos superiores son la garantía eficiente de que los destinos de la nación, en materia de seguridad, van por buen camino.

Pero esa quizás es una proporción mínima de la ciudadanía.

La gran mayoría opina de manera distinta.

Parte de los dominicanos, en especial representantes de la sociedad civil, como el caso de Julio Cesar de la Rosa y otros actores de alto calibre, señalan que el exceso de uniformados jerarcas, tanto de la Policía Nacional como del Ministerio de Defensa, es una evidencia clara del anarquismo.

Al igual que el representante de la Alianza Dominicana Contra la Corrupción otras grandes figuras, como el izquierdista Narciso Isa Conde y Trajano Vidal Potentini, coinciden con la alta corrupción dentro de las filas policiaco-militar.

Actualmente la Policía Nacional cuenta con 52 generales, algo en exagerado según  Isa Conde, al considerar que la matricula de este cuerpo uniformado es de 33 mil 547 agentes de los cuales Cinco mil 903 son oficiales.

Si esto se complementa con los más de 150 generales del Ministerio de Defensa, que cuenta con alrededor de 64 mil miembros activos distribuidos entre las tres fuerzas de estado Mayor, Armada Dominicana, Fuerza Aérea y Ejercito de la República Dominicana, se podría decir que el país está lo suficientemente resguardado.

Lo grave del caso es que un estudio realizado revela que alrededor del  50 por ciento de esos miembros de ambas fuerzas de defensa y ley, están cumpliendo con funciones ajenas a las que fueron formados, que en este y todos los casos sería servir a la nación.

Este mal cobra más fervor con los constantes casos delictivos donde los actores estelares resultan ser altos oficiales.

Esa es la causa que lleva a representantes de la sociedad civil a decir que un elevado número de agentes superiores son quincalleros de grandes fortunas de las cuales rara vez se determina su procedencia.

Con la creación de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas en el congreso de la República y la reforma a la Policía Nacional, también en las cámaras legislativas, se esperaba una drástica reducción del número de generales, en especial a los que no ocupan funciones administrativas, pero eso aun no ha sido ejecutado.

Este año el poder ejecutivo ascendió a tres mil policías entre ellos cinco coroneles que ahora son generales de brigada.

De igual forma en el Ministerio de Defensa fueron subidos de rango dos mil 911 miembros, entre ellos a 16 coroneles elevados a generales.

El tema fue abordado en el programa Espejo Público, conducido por los periodistas Wendy Gil y Tomás Marte, que se trasmite los domingos de 6 a 7 PM por Santo Domingo TV canales 24 y 69.

Allí se busca reflejar una de las metas, que desde sus inicios ha mantenido el Presidente Danilo Medina, “reducir la violencia y la criminalidad en el país”, ese ha sido el eje que ha movido el engranaje del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana.

Pero los deseos del mandatario son empañados con cada actuación negativa de los agentes que están destinados a garantizar la integridad de los dominicanos.