Santo Domingo, República Dominicana, 21 de octubre 2014. -El ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, consideró que Oscar de la Renta fue en vida, y lo seguirá siendo a través de la historia, un icono de la dominicanidad y una expresión del latinoamericanismo en el mundo.

En ese sentido, Rodríguez sugirió a las dominicanas y a los dominicanos rendirle los honores merecidos, uniéndonos al luto universal de los familiares y de todas aquellas personas que han reconocido en este insigne compatriota la impronta de los hombres que alcanzan la simpatía de la humanidad, “como uno de los más ingeniosos y solicitados diseñadores de moda, que siempre mostraba con orgullo su dominicanidad”.

De la Renta falleció el lunes en su residencia de Connecticut, Estados Unidos, luego de varios años aquejado por el cáncer. Nació el 22 de julio de 1932, en Santo Domingo. En su dilatada y fecunda carrera, recibió importantes premios y, con el paso de los años, diversificó sus creaciones a muchas áreas de la moda.

El ministro Rodríguez valoró cómo De la Renta, basado en la dedicación, la consagración y el estudio, se erigió en un símbolo de la moda internacional, llegando a vestir con carácter de exclusividad a las personalidades más selectas de la farándula, la política y la realeza, tales como: Madonna, Anne Hathaway, Scarlett Johansson, Penélope Cruz, Sarah Jessica Parker, Cameron Diaz, Shakira, Michelle Obama y la infanta Elena de Borbón y Grecia.

“Es digno reconocer que siempre actuaba asumiendo su nacionalidad, que mantuvo siempre vínculos con su país y que fue un verdadero embajador y promotor de la República Dominicana”, dijo el funcionario, en declaraciones emitidas a través del departamento de prensa del Ministerio de Cultura.

Expresó que De la Renta era además un orgullo de América Latina, pues logró situarse entre los grandes creativos del diseño de moda, compitiendo y superando a diseñadores estadounidenses y europeos.

El funcionario agregó que De la Renta hizo universal sus ingeniosas creaciones y, a través de ellas, adquirió fama global y puso a la República Dominicana en el mapa de las naciones que anidan a grandes diseñadores.