Alfabetizado ahora apadrinará escuelita para que otros aprendan
SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA, 27 de Noviembre, 2014. -La Dirección General de Comunicación dio a conocer hoy la historia de Raúl Hernández, hombre que toda la vida anduvo sin saber de letra. Rico, se hizo muy rico, sin necesidad de saber leer ni escribir. Pero resulta que, cosas de la vida, el negocio de la ferretería se complicó y por no saber de letra, por poco quiebra.
Echó mano a Quisqueya Aprende Contigo
Entonces echo mano a la oportunidad que le ofrecía la sociedad y el gobierno de Danilo Medina a través de Quisqueya aprende Contigo. Se alfabetizó.
Está contento.
La gente se asombra
Raúl Hernández cuenta que nadie en Las Terrenas, Samaná, se imaginó nunca que fuera analfabeto. Astuto, evitaba dar muestras de no saber. “Yo tenía siempre un segundo maestro”. Su muleta. Hoy, cuando se enteran, “la gente se asombra”.
Lo único que ha hecho con pasión y dedicación en la vida ha sido trabajar. Acumuló fortuna lentamente. Fue agricultor, arador con bueyes, aserrador, trabajador de la construcción, albañil y dueño de ferretería.
30 millones de pesos en mercancía llegó a tener su ferretería. Bien surtida.
“Cuando ya me vi que había que bregar con computadora, yo estaba preso, totalmente preso”.
Una cosa mandada del cielo
En eso llegó Quisqueya aprende Contigo. “Una cosa mandada del cielo”. La liberación.
Todo es diferente
Ahora cuando viaja fuera del país, en los aeropuertos mira el tablero de llegadas y salidas, se chequea y llena él mismo sus formularios.
Quiere apadrinar escuela
Hombre bueno, generoso y agradecido, dice sentirse animado en apadrinar una escuelita para que otros también aprendan.
La historia de Raúl impresiona, pero más aún su caligrafía. Te invito a observar atentamente su firma en el minuto 1:09 y te asombrarás.
Que nadie se quede fuera
730 mil dominicanos y dominicanas mayores de 15 años se han inscrito en los los 67,259 núcleos. Casi 50,000 alfabetizadores están librando la batalla.
República Dominicana va camino a ser declarada territorio libre de analfabetismo.
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