Abel Martínez jura como presidente de Foprel; advierte sobre ilegales

Durante su discurso, el presidente de la Cámara de Diputados de la República Dominicana, indicó que cada día es más tensa en el seno del Estado y el pueblo dominicano la intromisión de poderes extranjeros.

Por José Cuevas

SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, 12 de febrero 2015.- El presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, advirtió  que nadie puede pretender legalizar ilegales fuera de los fundamentos constitucionales de nuestros países, porque ese no es el procedimiento legal en ningún país libre y soberano en el mundo moderno.

En su discurso de juramentación como titular Pro Tempore del Foro de Presidentes y Presidentas de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe (FOPREL), Martínez indicó que tampoco se permitirá que se siembren ideas globalizadoras claramente inductivas y apuntando directo hacia la destrucción de la identidad nacional bajo las actas de la ingeniería mediática del miedo, la manipulación y la intimidación.

“Y mucho menos, sobre los escombros de la soberanía nacional, la sangre y memoria de los padres fundadores de la República; pateando de ese modo, la dignidad, el honor y la historia heroica de nuestros próceres y mártires, aún vivos en el  latir de nuestros corazones”, expresó durante el acto de traspaso de mando, celebrado hoy en el Salón de la Asamblea Nacional.

Martínez indicó que cada día es más tensa en el seno del Estado y el pueblo dominicano la intromisión de poderes extranjeros, incluyendo los más altos dentro de la pirámide de gobiernos de dominación global como las Naciones Unidas, para que violemos nuestra propia Constitución.

“Hay pueblos como la República Dominicana que desde el nacimiento del sol hasta el ciclo de cada 24 horas, su cuerpo político, social y cultural tiene que sentir el doloroso arrebato de un permanente stress individual y colectivo, inducido por los centros de poder global que como el hacha sobre el cuello del condenado, nos amenazan con arrancarnos el pedazo de soberanía y dignidad nacional que nos legaron nuestros padres fundadores”, aseguró el congresista.

Tras referir que con principios como ese, “no negociamos ni nos tranzamos”, Martínez  instó a los presentes a  no tener la menor duda de que el pueblo dominicano es solidario, noble y bueno; hospitalario y dotado siempre de una reluciente sonrisa y la actitud de un cálido abrazo, pero anotó que “nos duelen los golpes que nos han venido dando una y otra vez, cuando vienen desde los bien conocidos constructores de injusticia y los diseñadores de políticas internacionales con capacidad de odiar el cuerpo de naciones hasta borrarlas del mapa internacional”.

El legislador lamentó la inestabilidad política persiste de manera incesante en Haití,  dentro de un clima de preocupación internacional que retrata, como el panorama actual, una crisis de naturaleza tan profunda, que agregado a la condición de país en estado de ocupación militar, su estatus político actual se encuentra agravado por la falta de funcionamiento de su Parlamento.

“Este panorama tan real, no es para juego de simuladores, puesto que todavía se matan y se hacen desaparecer países enteros; se echan a rodar las cabezas de líderes de muchas naciones; y se tiran por tierra himnos, escudos y banderas, y se levantan otras, aun en contra de las voluntades más legítimas”, agregó.

Llamó a los líderes congresuales miembros del Foprel a mantenerse alertas, conscientes  de que el latente síndrome de la globalización asociado a las nuevas tecnologías, si bien son una de las conquistas más importantes del pensamiento moderno y postmoderno, no es menos cierto que igualmente representan cunas generadoras de los actos más letales que todos los días ponen en vilo la naturaleza y cohesión de la familia  y de nuestras tradiciones culturales más elementales, incluyendo el exterminio de nuestros valores nacionales.

“Sobre todo, porque  las heridas y golpes más salvajes que caen sobre los cuerpos de nuestras pequeñas naciones, ya no son perpetrados por los disparos de fusiles de alta tecnología, los aviones y tanques de guerra, sino por los efectos directos y colaterales de otras demoledoras armas menos convencionales y más sutiles; como aquellas que disparan directo a matar, disfrazadas con los trajes y vestidos de la falsa diplomacia más sinuosa, hipócrita y elegante”, concluyó.

En el acto de traspaso de mando de la XXXII Reunión Ordinaria del Foprel, el secretario ejecutivo del Foro, Santiago Ulises Rivas Leclaír, leyó el Acta de elección del nuevo presidente pro-tempore y juramentó al legislador dominicano en sus recién adquiridas funciones.

Martínez además recibió  la bandera, el sello institucional y el ping correspondiente, de manos de  Henry Mora Jiménez, quien preside la Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica.

Discurso íntegro de Abel Martínez durante su juramentación como presidente de Foprel

Honorables congresistas:

Con profundo regocijo y gran satisfacción les doy la más cálida bienvenida a la República Dominicana, reunidos en el Salón de la Asamblea Nacional del Congreso de la República, en ocasión de la XXXII Reunión Ordinaria del Foro de Presidentes y Presidentas de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe FOPREL, momento tan especial en el que este foro interparlamentario extiende los actos de conmemoración del veinte aniversario de su fundación en Managua, Nicaragua en el año 1994.

Para la República Dominicana, con apenas meses después  de haber conmemorado el Bicentenario del nacimiento del Patricio Juan Pablo Duarte, Padre Fundador de la República, recibirlos a ustedes en una ocasión tan trascendente como esta y de tanta significación política e histórica para nuestro país y la región, más  que un acto de acción integracionista propia de la filosofía fundacional del FOPREL, es un generoso gesto de solidaridad, unidad y conciencia política sobre la urgencia de reafirmación de los principios democráticos que norman la vida de nuestros hermanos pueblos centroamericanos y caribeños.

Sería un acto de irresponsabilidad histórica para cualquier líder parlamentario regional o internacional,hablar ante ustedes sin pasarle revista al acontecer político internacional, en el que el mapa de la geopolítica global nos está dando y registrando señales latentes de los grandes riesgos y peligros inminentes que atentan contra la seguridad misma de la integridad humana y social; baste mirar justo en el momento en que me dirijo a ustedes, la dramática contabilidad de víctimas por la guerra y la confrontación social violenta por asuntos religiosos, culturales y de los roles de denominación global de los centros de poder que definen el accionar de los centros civilizatorios en Occidente, Oriente medio y África.

El drama geopolítico, económico y social que viven diariamente hombres, mujeres, ancianos y niños como consecuencia de los conflictos armados en Ucrania y sus tensas relaciones con Rusia; la reciente constitución del Estado Islámico ISIS y sus devastadoras hordas de crímenescargados de una violencia tan extrema y desafiante, que alcanza niveles apocalípticos; junto a los crímenes masivosque devienen de los salvajes ataques del grupoislamista nigerianoBoko Haramcon énfasis en el exterminio, rapto y violación masiva de niñas y adolescentes, que alcanza niveles tan catastróficos que incluyen, según registros cartográficos satelitales de la NASAla desaparición de aldeas y pueblos completos, son más que una clara señal de que ante los ojos de la humanidad la civilización del siglo XXI está transitando  por momentos realísticos de una tormentosa barbarie.

Ante un panorama así en que la violencia, las guerras étnicas y religiosas entre los pueblos  y el terrorismo actúan como si se tratase de un espectáculo circense, nosotros reunidos en la mañana de hoy, debemos celebrar los notables niveles de estabilidad política ymacroeconómica de nuestras naciones como una clara señal de que desde los fundamentos que norman nuestros principios democráticos, el liderato latinoamericano, y de manera concreta los nucleados en los países de Centroamérica y la Cuenca del Caribe, hemos cultivado, no sólo la heredad de los padres fundadores de nuestras naciones, sino la suficiente madurez política de obrar en democracia bajo los principios de libertad, justicia social, paz y resistencia dignaen el autoreconocimiento de la libre determinación de los pueblos;lo que hemos aprendido bajo la égida del decoro de quienes nos inculcaron las primeras ideas de unidad desde una visión latinoamericanista, centroamericanista y antillanista.

Y como normados por los mismos pensamientos de unidad regional y cultural, justo es reconocer que en nuestras tierras, en los mares de las Antillas Mayores, también fluyeron con vientos fuertes las acciones libertarias, las palabras y principios de unidad regional enarbolados por próceres de un carácter y principios tan elevados, como los que postularon loslibres pensadores Juan Pablo Duarte, Gregorio Luperón y Máximo Gómez, de la República Dominicana; Eugenio María de Hostos yEmeterio Betances, de Puerto Rico, y de Cuba, el Apóstol José Martí, quienes desde el antillanismo y la caribeiñidad nos enseñaron a ser guerreros de la palabra y la espada para resistir ante los ímpetus de los imperios coloniales en sus afanes de sustracción de nuestra identidad política, cultural y nacional; un fantasma que justo como ahora,parece asomarse en escenarios tan cercanos, como ennuestra propia República Dominicana; pero tengan por seguro honorables congresistas, que hoy como ayer, No pasarán!

Distinguidos legisladores, si bien la verdad histórica es ciencia de la comprobación, lo cierto es que hay situaciones y realidades políticas y sociales que abaten a nuestras naciones que no es posible ocultar como son la guerra confrontacional que con firme determinación nuestros Estados y gobiernos, con el apoyo de nuestros congresos vienen enfrentando contra el crimen organizado, con el apoyo de las nuevas tecnologías con énfasis en el narcotráfico; la trata y tráfico de personas, el tráfico de armas, y la nueva y demoledora figura criminal del sicariato; pero lo bueno en medio de este preocupante panorama regional es la firme determinación de nuestros poderes legislativos de diseñar, ampliar, fortalecer y optimizar la aplicación de iniciativas legislativas interparlamentarias que le permitan a nuestros Estados  construir escudos fuertes, capaces de seguir librando batallas como la que hemos venido emprendiendo y ganando frente a estas hostileshordasde contaminación de la historia y la dignidad de nuestros pueblos.

Es la razón por la que en la mañana de hoy mi alma y mi espíritu aquí, en el augusto Salón de la Asamblea Nacional,donde se deciden los destinos de la sociedad y del Estado Dominicano, toda la fuerza de mi ser, de la mano de los diputados y diputadas de la República,ACEPTO humildemente y con profunda emoción el TRASPASO DE MANDO de la PresidenciaProtémpore de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe FOPREL.

La República Dominicana, justo en este año 2015 que se inicia,se prepara para desarrollar una amplia agenda de actividades patrióticas, educativas y culturales llamadas a la concienciación social sobre la trascendencia política ehistórica de un acontecimiento que impactó de manera directa la conciencia política de todos los países latinoamericanos, dado que los ejes estratégicos que motivaron estos hechos históricos estuvieron fundados en el espíritu de reafirmación de la vocación  de libertad del pueblo dominicano y de reconquista de los principios democráticos que nos legara el Profesor Juan Bosch desde la plataforma de su gobierno constitucionalmente electo de manera legítima  mediante el voto popular en el año 1963, derrocado con apenas siete meses, provocando que en nuestras tierras la sangre corriera al río y a los mares del Caribe; créanme que son heridas que aún nos duelen.

Aprovecho la solemnidad de este Foro, para en ocasión de la conmemoración del cincuenta aniversario de la Guerra Patria de Abril, dar las gracias a los pueblos de Centroamérica y El Caribe que siempre se mantuvieron atentosyen alerta, firmes y solidarios con el sufrimiento y el dolor del pueblo dominicano, sacudido por un acontecimiento que,como consecuencia de la dialéctica de la historia, provocó la caída consecutiva de todos los demás regímenesdictatoriales que llenaron demiedo y negación de la libertad a los pueblos de todaLatinoamérica.

Nuestra atención al concierto de las políticas globales que gravitandirectamente en los sistemas democráticos, políticos, económicos y sociales de nuestros pueblos, estados y gobiernos, obliga a instancias legislativas interparlamentarias como elFOPREL a no actuar de espaldas ante acontecimientos políticostrascendentales, como el que ha sido definido por analistas políticos y cientistas sociales, como el más importante acontecimiento políticodel siglo XXIen las Américas;como en efecto lo es, la noticia que sorprendió al mundo el 14 de diciembre del 2014, en la que los presidentes Barack Obama de Estados Unidos y Raúl Castro Ruz, de la hermana República de Cuba,anunciaron al mundoel restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.

Ante un acontecimiento histórico,  geopolítico y de impacto directoen nuestra región, y que desde ya proyecta signos y reflejos de esperanza y bienestar en el desempeño económico y social del pueblo y el Estado cubano, afectado por un inhumano, execrable y absurdo embargo que ha diezmado su economía durante  50 años, asumo ante ustedes la responsabilidad de prestar especial atención a la decisión de estos gobiernos amigos por haber asumido la responsabilidad históricay política de iniciar el deshielo de lo que ha sido estudiado y calificado durante años por tratadistas como uno de los capítulos más ominosos y perturbadores de los reductos de la Guerra Fría.

De la misma manera que el mundo encuentra y cultiva señales de esperanza y de paz, también hay pueblos como la República Dominicana que desde el nacimiento del sol hasta el ciclo de cada 24 horas, su cuerpo político, social y cultural tiene que sentir el doloroso arrebato de un permanente stress individual y colectivo, inducido por los centros de poder global que como el hacha sobre el cuello del condenado, nos amenazan con arrancarnos el pedazo de soberanía y dignidad nacional que nos legaron nuestros padres fundadores, y con principios como ese, NO NEGOCIAMOS, NI NOS TRANZAMOS, porque ciertamente ese es el fundamento del ser y razón de la existencia misma del pueblo dominicano; porqueasí lo ha determinado la historia, demostrado en las respuestas que ha sabido dar nuestro pueblo en cada invención extranjera, en cada batalla, y  en cada confrontación por nuestra libertad y respeto a la Soberanía Nacional.

Debo decir, más bien revelar ante ustedes, que cada día es más tensa en el seno del Estado y el pueblo dominicano la intromisión de poderes extranjeros, incluyendo los poderes más altos dentro de la pirámide de gobiernos de dominación global como las Naciones Unidas, para que violemos nuestra propia Constitución, letra sagrada que consignalagarantía denuestras libertades políticas y ciudadanas bajo el espíritu delos principios que heredamos de mentes tan sabias, como la del profesor Juan Bosch, padre fundador del sistema democrático de la República Dominicana.

Nuestro Padre de la Patria Juan Pablo Duarte fue claro al definir cuál debe ser el espíritu y estado de conciencia de cada  dominicano al momento de sentir amenazada la integridad y soberanía de nuestra Patria; ante una realidad histórica como la nuestra,me limito a solicitarles su comprensión, dado que ustedes, hombres y mujeres, líderes de parlamentos de Centroamérica y El Caribe, muy bien conocen la historia dela política contemporánea de América Latina, y conocen muy bien el espíritu de solidaridad que caracteriza la constitución genética del pueblo dominicano; ustedes como hermanos nuestros si lo saben, porque conocen la verdad de nuestra historia, y la verdad de nuestro presente.

Es evidente quela situación de la República de Haití viene evolucionando de manera agravada desde el año 1990 con la instalación del gobierno provisional de  Ertha Pascal Trouillot, quiensolicitó a la Naciones Unidas observadores para la supervisión de las Elecciones Generales que se celebrarían ese año; una situación que empeoró tras el golpe de estado de 1991 con el derrocamiento del Presidente legítimamenteelecto deJean Bertrand Arístides.

Como derivativa de la inestabilidad política de nuestro vecino país, una situación en modo alguno conexa con la República Dominicana, en julio de 1994, el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas autorizó el despliegue a lo internodel territorio haitiano unafuerza multinacional de 20,0000 militares para garantizar el regreso de las autoridadeslegítimamente electas y procurar mantener un entorno seguro y estable en el país, y promover el Estado de Derecho.

Esta presencia militar de la ONUse mantuvo hasta el año 2004, y debido a los graves conflictos armados entre civiles de grupos contrarios acontecidos en la ciudad de Gonaïves, en el que se levantaron grupos insurrectos en la región septentrionalde ese país, motivaron que el 29 de febrero bajo el argumento cito de que “la situación en Haití constituía una amenaza para la paz y la seguridad internacional”, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución1529-2004 autorizando el despliegue de una fuerza multinacional provisional que se convertiría en una fuerza de estabilización destinada a sustentar la continuación delproceso político y constitucional, y su vez, mantener un entorno seguro y estable; pero la verdad es que no ha sido así; la inestabilidad política y de ingobernabilidad ha seguido agravada en la vecina Nación, por lo que el Consejo de seguridad de la ONU aprobó la Resolución 1542-2004 estableciendo la Misión de Estabilización de la Naciones  Unidas en Haití, la MINUSTAH, actualmente activa y en operaciones como una fuerza de ocupación militar.

Honorables líderes de parlamentos de Centroamérica y del Caribe, hago este breve recuento histórico sobre la realidad política del pueblo haitiano porque no siempre los titulares de las agencias internacionales de prensa y las palabrasblandas e irresponsablesde las redes sociales cuentan la verdad de la historia, cónsona con la realidad de esa Nación y su relación real frente a nuestro país.

El 12 de enero del año 2010, un devastador terremoto de magnitud 7.0 azotó al pueblo haitiano, lo que representó un trágico suceso que propició en ese país un dramático retroceso en sus afanes por alcanzar metas trazadas en su propia agenda de desarrollo; ante ese acontecimiento el Gobierno de República Dominicana de entonces, presidido por el Dr. Leonel Fernández Reyna, impregnó en el alma y espíritu de cada dominicano y en el seno del Estado mismo, la urgencia de poner todas nuestras voluntades y recursos solidariamente al servicio del Estado y el gobierno haitiano; así lo reconocieron públicamente, gobiernos y Estados de los confines de todos los continentes.

Haití ha venido desde entonces luchando por su recuperación, sin embargo su inestabilidad política persiste de manera incesante dentro de un clima de preocupación internacional que retrata, como el panorama actual, una crisis de naturaleza tan profunda, que agregado a la condición de país en estado de ocupación militar, su estatus político actual se encuentra agravado por la falta de funcionamiento de su Parlamento.

Este panorama tan real,no es para juego de simuladores, puesto que todavía se matan y se hacen desaparecer países enteros; se echan a rodar las cabezas de líderes de muchas naciones; y se tiran por tierra himnos, escudos y banderas, y se levantan otras, aun encontra de las voluntades más legitimas.

Ante lo anterior, una matemática que espanta, nunca más valido que ahora el predicamento bíblico en Mateo 13:1-9, en el cualel Apóstol nos sentencia en torno a que:“El que tenga oídos para oír que oiga;  el que tenga ojos para ver, que vea”, porque esa es una verdad tangible de la historia de la humanidad; más que razones para mantener viva nuestra preocupación y alerta por la integridad de nuestra Patria.

Si reflexionamos sobre un panorama así, visto desde la República Dominicana, anclada en una isla con frontera compartida, y bajo la trama de una diferenciación radical en lengua, cultura y religión, más con nuestros nombres anotados como parte de la nomenclatura y  propósitos de una agenda global que a todas luces se ha propuesto, con pruebas tangibles, accionar con aliados desde dentro de nuestro propio país y desde fuera, para diezmar nuestra dignidad y quebrantar nuestra soberanía, es lógico que desde la inteligencia política más elemental se comprenda la hondura de nuestra real preocupación como Nación, hija del concierto de naciones de Centroamérica y el Caribe.

No tengan la menor duda de que el pueblo dominicano es un pueblo solidario, noble y bueno; hospitalario y dotado siempre de una reluciente sonrisa y la actitud de un cálido abrazo, pero nos duelen los golpes que nos han venido dando una y otra vez, cuando vienen desde los bien conocidos constructores de injusticia y los diseñadores de políticas internacionales con capacidad de odiar el cuerpo de naciones hasta borrarlas del mapa internacional, como efectivamente ha sucedido en el siglo XX en Europa y en Medio Oriente.

Quiero reconocer públicamente ante ustedes y ante la prensa internacional que el pueblo haitiano tiene una historia marcada por la dignidad y arrojo  de cuanto significa tener conciencia de lo que es luchar por la libertad, demostrado en las históricas campanadas en que fue proclamada su independenciaen el año 1804, haciendo con ello un significativo aporte a la humanidad al sentar las bases para abolición de la esclavitud y el fomento de las ideas de libertad en América.

Finalmente, consciente de que uno de los más valiosos tesoros que actúan como régimen de cohesión en la formación política y social de nuestros pueblos y Estados es el respeto a la multiculturalidad claramente definidos en la doctrina y preceptos fundacionales del FOPREL, solicito a los líderes reunidos en este Pleno que ante el perturbador panorama de expansión contaminante del fenómeno  que los especialistas y culturólogos denominanCULTURA GLOBAL proveniente desde loslaboratorios de los centros de dominación internacional, nos mantengamos ALERTA, conscientes de que el latente síndrome de la globalización asociado a las nuevas tecnologías, si bien son una de las conquistas más importantes del pensamiento moderno y postmoderno, no es menos cierto que igualmente representan cunas generadoras de los actos más letales que todos los días ponen en vilo la naturalezay cohesión de la familia  y de nuestrastradicionesculturales más elementales, incluyendo el exterminio de nuestros valores nacionales.

Sobretodo, porque  las heridas y golpes más salvajes que caen sobre los cuerpos de nuestras pequeñas naciones, ya no son perpetrados por los disparos de fusiles de alta tecnología, los aviones y tanques de guerra, sino por los efectos directos y colaterales de otras demoledoras armas menos convencionales y más sutiles; como aquellas que disparan directo a matar, disfrazadas con los trajes y vestidos de la falsa diplomacia más sinuosa, hipócrita y elegante.

Quiero concluir mis palabras de ACEPTACIÓN del TRASPASO DE MANDO de la Presidencia Protémpore de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del CaribeFOPREL, con la firme determinación y convicción de que hablo ante ustedes en nombre de la inmensa mayoría del pueblo dominicano, por lo que quiero enfatizar que nadie pretenda legalizar ilegales fuera de los fundamentos constitucionales de nuestros países, porque ese no es el procedimiento legal en ningún país libre y soberano en el mundo moderno;como efectivamente tampoco acontece en ninguno de los países del mundo por más pequeño que este sea; y mucho menos, en un país como esta República Dominicana, visceralmente tan hospitalaria y solidaria con nuestros hermanos de Latinoamérica, Centroamérica y el Caribe.

No permitiremos, repito, que se legalicen ilegales fuera de los principios y mandatos de nuestras respectivas cartas constitucionales; ni mucho menos que se siembren ideas globalizadoras claramente inductivas y apuntando directo hacia la destrucción de la identidad nacional bajo las actas dela ingeniería mediática del miedo, la manipulación y la intimidación; y mucho menos,sobre los escombros de la soberanía nacional, la sangre y memoriade los padres fundadores de la República; pateando de ese modo, la dignidad, el honor y la historia heroica de nuestros próceres y mártires, aún vivos en ellatir de nuestros corazones.

Por la memoria de esos hombres, y la libertad y la democracia de nuestros pueblos, luchamos en el pasado y seguiremos luchando hoy,  mañana y siempre.

Muchas Gracias.

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