SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA, 16 de Febrero, 2015. -El dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) Guido Gómez Mazara, considera que las implicaciones de políticos con narcotraficantes no van a detenerse, al tiempo que expresó su desacuerdo con que se maneje de manera partidaria el tema de las actividades ilícitas y su relación con el poder político, por lo cual dijo que no se unirá al uso de estas imputaciones como tema de campaña.

Dijo que no se siente capaz de frotarse las manos por el conflicto surgido tras las acusaciones del condenado por narcotráfico Quirino Ernesto Paulino Castillo contra Leonel Fernández, de presuntamente haber entregado al ex mandatario al menos RD$200 millones para su campaña electoral. Considera que Fernández “se va a parar a pelear”, en el sentido de que luchará por su candidatura a pesar de esta situación y nadie lo debe subestimar.

Al ser entrevistado Gómez Mazara consideró que ningún político con una dosis de sensatez se sienta con un narcotraficante y le dice que “si llega al poder le va a dejar entrar mil kilos”, indicando que todo el que incurre en narcotráfico requiere del poder político y la complicidad y sin dejar de reconocer la importancia de los recursos económicos en las campañas.

Lamenta que el manejo de recursos sea según sus consideraciones el 80% de la base para lograr el favor  popular, lo cual se refleja en que los vendedores de gas y los empresarios de juegos de azar sean quienes en las últimas elecciones hayan  logrado más posiciones mediante cargos electivos.

En cuanto a su posición dentro del PRD destacó que su antagonismo con el presidente del partido, Miguel Vargas, se limita a un debate sobre sus ideas, al tiempo que atribuyó al juez del Tribunal Superior Electoral Marino Mendoza haberle planteó una negociación en cuanto a la impugnación contra Vargas Maldonado que sometió ante ese tribunal.

Admitió también que el presidente Danilo Medina ha “robado” un componente alto de la base social del elector del PRD y si se presentara como candidato presidencial dificultaría las posibilidades de la oposición y podría perder entre 4 y 6 puntos si opta por la reelección.