Nuestro papel es volver a conducir los destinos de la República Dominicana, pero eso dependerá si está en la voluntad de Dios. Nosotros hacemos el esfuerzo, hacemos el trabajo, porque Dios es el único que pone y quita reyes, y nosotros estamos sujetos a su voluntad, expresó.

Agregó que «si Dios y el pueblo dominicano nos permiten volver a dirigir los destinos del país, lo haremos por el reino de Dios, de bondad, amor al prójimo y de respeto a los semejantes».

Dijo que conducir el gobierno por el reino de Dios le dará paz a la familia dominicana, que es la base de la coexistencia de los seres humanos».

Me considero ser amante de Dios, y lo soy por múltiples razones, por el enigma de la vida y por el misterio de la muerte, y porque sabemos que más allá de esta vida hay una vida eterna que se conquista actuando bien en la tierra”, afirmó Fernández en un acto de apoyo a su proyecto en la iglesia Tabernáculo de Adoración, en Santo Domingo Este.