Según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, con sede en Miami, emitido a las 8.00 hora local (12.00 GMT), Dorian llegará al archipiélago con lluvias “muy intensas” y un aumento del nivel mar que puede destruir buena parte del archipiélago.
El NHC indicó que a esa hora Dorian estaba a unas 35 millas (55 km) al este de Ábaco y unas 225 millas (360 km) al este de West Palm Beach, en Florida.
Pero los pronósticos mantienen que antes de llegar al litoral de la región estadounidense Dorian virará el martes rumbo noroeste y se dirija, recorriendo toda la costa, hacia los estados de Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte, mientras paulatinamente va perdiendo algo de fuerza.
Por eso, el mayor peligro está en las cerca de 48 horas que estará sobre las islas más septentrionales de Bahamas, hacia donde dirige muy lentamente – a unas 8 m/h (13 km/h)-, lo que complicará todavía más la situación en esta zona.
Se esperan condiciones “devastadoras” en las islas Ábaco “muy pronto” y comenzarán a sentirse más tarde hoy en la de Gran Bahama -situada a 56 millas (90 km) al este de la costa de Florida-, alerta el NHC.
La marejada ciclónica “potencialmente mortal” elevará los niveles del mar hasta 20 pies (6 metros) sobre el normal de la marea en estas islas, cuyas costas recibirán “grandes y destructivos olas”.
A ello habría que sumar posibles acumulaciones de agua de lluvia que podrían alcanzar las 30 pulgadas (76 centímetros) en zonas aisladas del noroeste de Bahamas, de 15 (38 cm) en las Carolinas y de 6 (15 cm) en las islas centrales de Bahamas y la costa atlántica de Florida y Georgia, lo que podría provocar riadas.
El ojo del ciclón, cuyos vientos huracanados se sienten hasta 30 millas (45 km) desde su centro, se prevé que se acerque a la costa este de Florida desde el lunes hasta el martes por la noche.
Y, aunque es probable que haya algunas fluctuaciones en la intensidad, se pronostica que Dorian siga siendo un “poderoso huracán” durante los próximos días.