Bolsonaro aprovecha el Día de la Independencia para intentar recuperar apoyo

TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, BRASIL, 07 de septiembre, 2019. (EFE).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se dio un baño de masas este sábado en el tradicional desfile del Día de la Independencia, que encabezó por primera vez en su condición de jefe de Estado, para intentar recuperar parte de la popularidad perdida en sus ocho meses de Gobierno.

El líder ultraderechista, capitán de la reserva del Ejército, organizó un desfile militar sin precedentes en Brasilia, con lugares para un público récord, mayoritariamente seguidores, y al que invitó a numerosos y conocidos líderes políticos, religiosos y empresariales del país.

El jefe de Estado no se limitó a presenciar desde la tarima presidencial el paso de los soldados y de los equipos militares sino que quiso compartir el protagonismo, y desfiló en un automóvil convertible y, contra todos los protocolos, abandonó su lugar para acercarse al público y ser ovacionado.

El gobernante, usando la banda presidencial, saludó a los asistentes como si aún estuviera en campaña electoral.

Su notado esfuerzo para ganarse el apoyo popular se produjo sólo cinco días después de que una encuesta mostrara que el porcentaje de brasileños que evalúa negativamente su Gobierno saltó desde el 33 % en julio hasta el 38 % en agosto, la mayor tasa de rechazo hasta ahora registrada por un presidente en Brasil en tan poco tiempo.

La aprobación del polémico dirigente, que ganó las elecciones de octubre pasado con el 55,13 % de los votos, cayó desde el 33 % hasta el 29 % en solo un mes.

El descontento aumentó con la multiplicación este año de los incendios forestales en la Amazonía, un fenómeno que ecologistas en Brasil y líderes mundiales atribuyen a la retórica antiambientalista del ultraderechista, y al histórico de polémicas que viene acumulando desde que asumió el mandato el 1 de enero.

Bolsonaro también intentó aprovechar el Día de la Independencia para reforzar un discurso nacionalista con el que intenta hacer frente a las críticas que viene recibiendo por su cuestionada política ambiental y por las llamas que destruyen la Amazonía.

Según el mandatario brasileño, tales críticas son alimentadas por potencias extranjeras que cuestionan la soberanía de Brasil sobre la Amazonía y quieren apropiarse de las riquezas de la mayor selva tropical del mundo.

“La moral del presidente se mide por la forma como el público lo recibe y no por encuestas fabricadas”, aseguró en un mensaje en Twitter el diputado Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del mandatario, al destacar el apoyo del público en el desfile y recordar que los sondeos siempre le fueron contrarios.

Para preparar un desfile a la altura del deseado por Bolsonaro, el Gobierno elevó en un 19 % sus gastos en la organización con respecto al año pasado, hasta 971.500 reales (unos 242.875 dólares).

El desfile, como es tradición, fue realizado en la Explanada de los Ministerios, la ancha avenida de Brasilia sobre la que están ubicadas las principales edificaciones públicas del país, pero en esta ocasión contó con tarimas adicionales para el público, con la expectativa de reunir a unas 4.000 personas.