América Latina traslada su descontento a las urnas
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, Redacción internacional, 24 de octubre , 2019. -Las últimas protestas y disturbios violentos en Chile, Bolivia, Haití y Ecuador han puesto sobre la mesa el creciente y grave descontento que vive América Latina y que puede incrementarse en las elecciones decisivas y polarizadas que este domingo se celebran en Argentina, Uruguay y Colombia.
Cuando parecía que Latinoamérica había desaparecido de la información global y que caminaba por la senda correcta del equilibrio occidental salpicada con la anomalía “bolivariana” de Venezuela, Nicaragua y Cuba, los acontecimientos de octubre de 2019 han cambiado esa perspectiva.
Nada está escrito en “el país de nunca jamás”, como denominó la premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2018, la periodista mexicana Alma Guillermoprieto, al continente latino de América.
Como ejemplo, las elecciones del domingo pasado en Bolivia. Lo que parecía un paseo triunfal, el cuarto, de Evo Morales hacia la Presidencia, se ha mostrado como un camino de espinas: sospechas de fraude electoral, protestas incendiarias en las calles del país y cruce de acusaciones de “golpe de Estado” y de dictadura.
Más violento y sorprendente, su vecino del sur, Chile, se presenta como el epicentro de un descontento social que pocos hubieran imaginado hasta hace pocos días. Desde que el pasado 18 comenzó la agitación en las calles chilenas, los disturbios no han parado de crecer y, sobre todo, ha mostrado a una sociedad cansada, crispada y empobrecida.
Según analistas, los tres procesos electorales en marcha se pueden contagiar de este descontento que recorre sin freno el continente.
NUEVO LIDERAZGO ARGENTINO
En plena crisis económica y en un escenario de polarización política, Argentina decide en las elecciones del próximo domingo entre un posible retorno al peronismo de la mano de Alberto Fernández o la reelección del presidente Mauricio Macri.
Todo apunta a que Fernández, de la marca electoral Frente de Todos, que lleva como candidata a la Vicepresidencia a la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), se llevará la victoria de calle empujado por el ciclo recesivo que el año pasado supuso la caída del PIB en un 2,5 % y una inflación del 47 %.
Si bien el triunfo de Fernández está casi descontado, las dudas surgen en torno a los 44 días de transición hacia la Casa Rosada y el papel que el Fondo Monetario Internacional (FMI) tendrá en el traspaso.
El FMI, que recientemente hizo de malo en la película de los disturbios de Ecuador, es también actor protagonista en los comicios en Argentina tras acordar el año pasado dar un auxilio financiero por un total de 56.300 millones de dólares, el mayor en la historia de este organismo, y que supuso un fuerte ajuste fiscal.
Si gana Alberto Fernández, que fue muy crítico con el ajuste, tendrá que renegociar los compromisos de deuda y el corazón populista de su formación política no es una buena tarjeta de visita para un encuentro con “los hombres de negro” del FMI.
De momento, casi al cierre de campaña, Cristina Fernández ya ha advertido que “hay que democratizar” la economía de su país, porque si no, “va a ser muy difícil construir una sociedad mejor”, en referencia a lo que sucede en Chile.