Crisis climática arrasa cultivos, ríos y ganado en empobrecida Centroamérica
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, Panamá, 27 de noviembre, 2019. -Cultivos arrasados, ríos secos, lluvias torrenciales, migración. Ese es el paisaje que ha dejado en los últimos años la crisis climática en Centroamérica, donde están dos de los 10 países más afectados en el mundo entre 1998 y 2017: Honduras y Nicaragua.
La gran mayoría de los cerca de 50 millones de habitantes de América Central son pobres. Una parte de ellos vive en áreas rurales y solo come lo que produce, generalmente maíz y fríjol, en lo se llama agricultura de subsistencia.
Esta se ha llevado históricamente a cabo con malas prácticas, que incluyen la desforestación, cuyas consecuencias se han agravado con la crisis climática.
De allí el impacto tan fuerte que tienen la extrema sequía y las lluvias torrenciales derivadas de la crisis climática que han afectado a toda la subregión y en especial al Corredor Seco, una extensión en el litoral Pacífico donde viven unos 10 millones de personas a lo largo de regiones de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
La entrada tardía de las lluvias en 2018 estropeó el 70 % de la primera cosecha en esta zona del litoral pacífico, mientras que las lluvias torrenciales dañaron el 50 % de la segunda recolección, según datos de la ONU.
El ente mundial añadió que el 82 % de las familias que viven en Corredor vendieron este año los animales y herramientas que tenían para comprar alimentos y muchas decidieron migrar a otros países.
“Las situaciones recurrentes de inseguridad alimentaria no son nuevas” en Centroamérica, donde la subalimentación registra prevalencias del 15 % en Guatemala, del 12 % en Honduras y del 9 % en El Salvador, y ya se habla de una vinculación entre las caravanas migrantes hacia el norte de América y los efectos de la crisis climática, dijo a Efe el Oficial de Seguridad Alimentaria y Nutricional de FAO para la región, Ricardo Rapallo.
HONDURAS
Ríos secos y vacas famélicas o muertas son imágenes que Efe constató en comunidades rurales de Honduras, el segundo país del mundo más afectado por eventos climáticos extremos (66) entre 1998 y 2017, según el Índice de Riesgo Climático Global de Germanwatch publicado este año.
En este 2019 la mitad de las cosechas se perdieron en Honduras y más de 1.000 reses murieron solo en el departamento de Olancho, el mayor productor de ganado del país.
Miles de hondureños pobres se vieron obligados a caminar largas distancia en busca de agua porque los ríos de las zonas donde viven se secaron, mientras que las dos principales represas de Tegucigalpa llegaron al mínimo y se impuso un racionamiento drástico del recurso en la capital.
NICARAGUA
El Índice de Riesgo Climático Global de Germanwatch ubicó a Nicaragua como el sexto país más afectado por eventos climáticos extremos (45) entre 1998 y 2017.
Las autoridades han dicho que unas 70.000 familias campesinas que habitan en ocho departamentos de Nicaragua están sufriendo ahora mismo por falta de agua potable.
La irregularidad de las lluvias ha afectado la siembra de primera en esos municipios en los últimos años, dañando cultivos de granos básicos, hortalizas y café en zonas del corredor seco nicaragüense.