Violencia escolar amenaza calidad de la educación dominicana
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, 04 de diciembre 2019.- Los niveles de violencia que se viven en las escuelas de República Dominicana ponen en riesgo la calidad de la educación que reciben los niños, niñas y adolescentes, así como la convivencia entre estudiantes y docentes, pues sus manifestaciones están recubiertas por una alta tolerancia cultural.
La afirmación es una de las principales conclusiones del libro “Estar, ser y convivir en la escuela. Una mirada profunda a la violencia escolar en República Dominicana”, de la doctora Berenice Pacheco-Salazar, docente e investigadora del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), coeditado por la universidad, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del magisterio (INAFOCAM).
El acto de presentación de la obra, realizado en la sala Julio Ravelo de la Fuente del INTEC, estuvo presidido por el vicerrector de Investigación y Vinculación del INTEC, Víctor Gómez-Valenzuela; la directora de la OEI en República Dominicana, Catalina Andújar Scheker; la maestra María Domínguez Comas, en representación del Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (INAFOCAM); y la escritora y Premio Nacional de Literatura, Ángela Hernández.
De acuerdo a los planteamientos del libro, la violencia es una problemática frecuente en la cotidianidad de los centros educativos y se manifiesta en violencia verbal (murmuraciones o chismes, ofensas, uso de sobrenombres y amenazas), violencia cibernética, violencia sexual y violencia física. Con relación a esta última, el porte y uso de armas blancas (navajas, cuchillos, puñales, agujas, pinchos de pelo) parece estar generalizado entre el alumnado, pues son utilizados para agredir, amenazar y en “defensa propia”.
“Más allá de ser un fenómeno esporádico o episódico, la violencia escolar es un problema sistémico que afecta las dinámicas sociales sobre las que debe producirse la actividad educativa y, por tanto, constituye un obstáculo para la mejora de la calidad educativa, el logro de los aprendizajes y el sano desarrollo de estudiantes y docentes”, afirmó la doctora Pacheco-Salazar.
La investigadora se sumergió durante ocho meses en la vida de dos centros educativos urbanos del sector público que trabajan con población de sectores marginales, en los cuales levantó información a través de las técnicas de observación no-participante, talleres lúdicos creativos (expresión teatral, dibujo y escritura creativa), grupos focales y entrevistas a profundidad. La muestra consistió en 23 docentes y 604 estudiantes de primaria y secundaria.
Además de estudiar la violencia que ocurre entre estudiantes, el libro aborda la violencia ejercida por el cuerpo docente y por la institución educativa hacia el alumnado, a través de la no atención a la diversidad, las suspensiones y el control de las identidades y estéticas juveniles. Asimismo, el estudio también conecta los distintos tipos de violencia que ocurren en los planteles con la violencia de género.