Los políticos y las encuestas
Por Carlos Rojas
Por qué, los políticos le dan tantas vueltas a las encuestas. A la anterior pregunta la respuesta obvia es sencilla,porque cada uno de ellos tiene su sastre preferido.
Esto viene a cuento, debido a la algarabía que han levantado las últimas encuestas publicadas . Estas serán pasajeras, y morirán con la realidad del atolladero de febrero y el resultado de mayo.
Debo decirles tanto a opositores como al gobierno, algo que comprenden hasta los neófitos en la materia, hasta los profanos en la sabermetría, y es que son dos escenarios diferentes, importa poco que valiéndose de una docta ignorancia, o tal vez asumiendo que todos somos tontos, nos pintan el conjunto como todo un escenario. Cuál es la razón? Quieren crear en el electorado la percepción montados en la ola de la Fake new, que sus particulares y personales puntos de vista constituyen la correcta interpretación de tales estudios de mercado. Ya lo dijo , Seth Steohens en uno de sus libros,todo el mundo miente, con frecuencia la gente miente. Pero a veces la mentira se convierte en un bumerang y la verdad les golpea la cara. Solo basta con ilustrar nuestra aseveración, con un hecho de reciente factura, el cual por el país que envuelve tienen una gran importancia mundial. En el 2008 a los estadounidenses les dijeron que los sondeos indicaban que ya a ellos no le importaba el tema de la raza, sin embargo ocho años después, eligieron a Trump, el mismo espíritu del racismo que subyacia oculto bajo la piel de los norteamericanos.Sigamos hurgando mentiras,percudidas en el sucio antros de las malas intenciones. Así las mediciones parecían indicar que Trump no tenía prácticamente ninguna posibilidad de salir ni candidato. El objetivo era natural y claro crear la falsa percepción de que eso era real. Aquí la expresión de que : «En política, la percepción es la realidad», se derrumbó totalmente ya que la mentira tiene las piernas cortas y es como un saco vacío que no puede sostenerse parado. Trump ganó y de manera convincente la nominación del Partido Republicano y luego la presidencia de la república. Visto este solo ejemplo tengo para decirle a mis queridos dinosaurios de la política vernácula que están meridianamente equivocados, ya que ni febrero es mayo, ni mayo es febrero. Deben saber y comprender, que están frente a una generación que está edificada sobre esto, que está informada y que sabe hacia dónde apuntan los dardos envenenados de las mentiras y las Fake New.