TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, MEXICO, 05 de marzo, 2020.  El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este jueves que el jurista español Baltasar Garzón “lo tiene difícil” para defender al exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya, quien según medios locales lo habría contratado para que sea su abogado en su causa por corrupción.

“Los abogados suelen ser buenos cuando se trata de defender una causa justa, pero si se trata de defender a un posible defraudador, por muy bueno que sea el abogado, lo tiene difícil”, dijo el presidente cuestionado por la prensa en Palacio Nacional.

López Obrador, quien no escondió sus simpatías hacia Garzón por haber procesado al exdictador chileno Augusto Pinochet, aseguró que el español es “un abogado que como cualquier profesional da un servicio”.

“Esto cae en la esfera de lo particular. Él es un abogado que trabaja para defender a clientes”, zanjó López Obrador, del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Emilio Lozoya, quien escapó de la justicia mexicana, fue arrestado el 12 de febrero en una lujosa urbanización del sur de España y encarcelado mientras se decide su extradición a México por un supuesto fraude de 280 millones de dólares.

Lozoya, sobre el que pesaba una orden de búsqueda y captura internacional desde mayo de 2019 por su presunta implicación en la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, fue director de la estatal Pemex entre 2012 y 2016, en el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Instructor de numerosos sumarios sobre terrorismo y contra los narcotraficantes a gran escala, Garzón alcanzó fama internacional por dictar en 1998 un auto de procesamiento contra el exdictador chileno Augusto Pinochet que tuvo como efecto su detención durante casi cinco meses en el Reino Unido, aunque finalmente no fue extraditado a España.

En los últimos tiempos, Garzón ejerció como abogado y figuró en el equipo de representantes de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, refugiado en la embajada de Ecuador en Londres para evitar su extradición.