Policía de Brasil desmantela una red internacional de tráfico de armas

TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, 05 de marzo 2020. -Al menos nueve personas sospechosas de pertenecer a una red criminal que introducía ilegalmente y vendía en Brasil armas procedentes de Paraguay fueron capturadas por la Policía Federal durante un operativo adelantado este jueves en nueve estados del país, informaron fuentes oficiales.

De acuerdo con las autoridades, la organización introdujo a Brasil unas 300 armas desde 2016 y las trasladó a sus compradores escondidas en encomiendas que eran enviadas a través de la empresa estatal de correos y luego distribuidas en diferentes regiones del país suramericano.

Durante el operativo, unos 310 agentes de la Policía Federal cumplieron nueve órdenes de captura y realizaron 62 allanamientos en los estados de Paraná, Bahía, Río Grande do Norte, Sao Paulo, Paraíba, Sergipe, Santa Catarina, Minas Gerais y Mato Grosso do Sul.

Las investigaciones comenzaron durante el primer semestre de 2018, cuando la Policía Federal identificó que las armas entraban al país por el servicio estatal de correos ocultas dentro de equipos de entrenamiento para artes marciales.

Las armas ingresaron al país a través de la ciudad de Foz do Iguaçu, en el estado de Paraná (sur) y fronteriza con Paraguay, y luego fueron distribuidas en otros estados del país, siendo los estados de Bahía y Río Grande do Norte los principales destinos, ambos del nordeste.

Según la Policía, los implicados actuaron conjuntamente para la importación, custodia, envío y transporte de las armas de fuego, accesorios y municiones.

Asimismo señaló que varias de las armas y municiones que entraron desde Paraguay y que fueron llevadas a otras regiones de Brasil desde Foz do Iguaçu, fueron transportadas dentro de tanques de gasolina de automóviles.

Se estima que la red criminal invirtió unos dos millones de reales (unos 434.782 dólares) en la compra del armamento y, según la Policía, parte del pago realizado por las armas se realizó a través de compañías fantasmas controladas por sospechosos en Bahía y Río Grande do Norte.

Además de los nueve capturados, al menos 28 personas más fueron vinculadas con la red.