Hasta 6 millones de trabajadores australianos se beneficiarán de la medida, por la cual recibirán 1.500 dólares australianos (929 dólares estadounidenses o 853 euros)cada quincena, en subsidios que serán entregados a las empresas durante un periodo de hasta seis meses.

El plan JobKeeper (manteniendo el empleo) fue aprobado en una sesión parlamentaria especial, con el apoyo de la oposición laborista, que no consiguió que las ayudas se extendieran también a 1,1 millones de trabajadores eventuales, y supone el mayor desembolso único por parte del Gobierno de la historia de Australia, informa la cadena local ABC.

“Esto supone una exigencia enorme al erario público, pero estamos en una posición en la que podemos asumir estos gastos”, dijo el ministro del Tesoro, Josh Frydenberg, en una rueda de prensa tras la aprobación de las ayudas.

El pago, que se hará retroactivo a partir del 30 de marzo, se entregará sin hacer distinciones respecto a la cuantía que percibían o si sus empleos eran a jornada completa, parcial, ocasional o se trata de un contratista independiente.

A raíz del incremento en el número de infectados por el COVID-19, que superan los 5.600 y contabilizan 48 muertos hasta el momento, en Australia no se pueden reunir más de dos personas en un espacio exterior o interior, con algunas excepciones.