Hipólito insta a la JCE aunar esfuerzos garanticen el voto de los dominicanos en el exterior

TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, 18 de mayo 2020. -El derecho que gozan los ciudadanos dominicanos residentes en el extranjero de ejercer a plenitud su capacidad de sufragar, con el voto directo, en los distintos procesos electorales que sustentan nuestra democracia, son el resultado de años de lucha, así como de ingentes esfuerzos encaminados por seguidores del doctor José Francisco Peña Gómez, quien, con su visión preclara se constituyó en líder y guía de las fuerzas políticas que impulsaron la instauración en nuestra patria del justo y acertado régimen de libertades públicas y derechos ciudadanos que hoy disfrutamos.

Nuestra diáspora en el mundo, que se estima en unos dos millones de dominicanos, representa casi el ocho por ciento del padrón de electores que nos ha presentado la Junta Central Electoral para las actuales elecciones, lo que significa que casi seiscientos mil dominicanas y dominicanos se encontrarían en condiciones de ejercer el voto directo, desde sus lugares de residencia.

Fuentes de entero crédito estiman que, de ellos, el 86% reside en territorio de los Estados Unidos de América, mientras que los demás se encuentran viviendo en Europa, principalmente en España, en Latinoamérica, así como en otras distantes latitudes.

Preservar el derecho de los dominicanos de la diáspora a ejercer con plenitud sus atributos de ciudadanía, es una obligación de todos quienes somos actores del actual sistema político vigente, pero, principalmente, de quienes dirigen los organismos encargados de planificar, organizar e implementar el venidero certamen electoral.

Sin embargo, al igual que otras naciones de la comunidad mundial, la República Dominicana se encuentra enfrascada, en este momento, en la circunstancial contingencia que nos presenta la desgraciada pandemia del COVID-19.

Voces agoreras se dan a la tarea de anunciar que, tras el primer fracaso de las pasadas elecciones municipales, y luego de habernos visto forzados a diferir la fecha en que estaban programadas las elecciones presidenciales y congresuales correspondientes al corriente año, parecería casi imposible que dicho sufragio pueda alcanzar a nuestras hermanas y hermanos que residen en otras tierras.

Permítame manifestarle, Magistrado Juez Presidente de la Junta Central Electoral, que, celebrar un certamen excluyendo de antemano a tan alto número de votantes, se constituiría en una mácula imborrable para la historia política dominicana, que llenaría de vergüenza, para siempre, a todos quienes hemos tenido alguna incidencia en este proceso, pero principalmente, a aquellos que han recibido la responsabilidad de garantizar que todos los dominicanos tengan acceso al ejercicio de sus derechos ciudadanos, desde cualquier lugar del mundo.

En ese sentido, quiero manifestarle mi profunda preocupación porque pudiera darse tan nefasta posibilidad, al tiempo de instarlo a que, con el concurso de todos cuantos podamos contribuir en la realización de las próximas elecciones presidenciales y congresuales, realicemos el más excepcional esfuerzo para que las mismas garanticen el derecho que la Constitución y las leyes acuerdan a cada ciudadano dominicano, sin menoscabo de su lugar de residencia

Al suscribirle mis atentos saludos, hago provecho de la oportunidad para reiterar al honorable Magistrado las muestras de mi alta consideración y estima.