Empate técnico en eleciones de USA

Por José Cuevas

Hay un viejo adagio que reza que nada es imposible.

Como para mi no es imposible que se de un empate técnico en el sufragio pautado para el día 3 de noviembre de 2020 en los Estados Unidos de Norteamerica entre los candidatos presidenciales republicano y demócrata Donald Trump y Joe Biden.

A pesar de que mi candidato lo es el republicano, reconozco que el proceso electoral de ese pais está muy encerrado.

Cualquier cosa puede pasar.

En ese pais, cuando una persona vota por un candidato a Presidente, está votando realmente para instruir al elector de su Estado hacia dónde debe ser dirigido su voto en el Colegio Electoral.

Es decir, si un ciudadano deposita su voto por el candidato del partido republicano, realmente está ordenando al elector de su estado para que vote por ese candidato en la reunión de electores en el colegio electoral, lo mismo en el caso demócrata. O lo que es lo mismo, quien gane el voto popular en un determinado estado, conseguirá el respaldo de los electores y, por tanto, los votos estatales a ese candidato y su partido.

Ahi deciden sólo 538 delegados electorales y para alzarse con la victoria, el ganador de la Presidencia debe obtener 269+1.

De darse el caso de que ningunos de los aspirantes a ir al Despacho Oval obtenga más de 269 votos electorales, la Duodécima Enmienda a la Constitución entra a regir y el Congreso decide quien será el nuevo Presidente en USA.

Establece la Constitución que la combinación de congresistas de cada Estado tiene derecho a un voto y una mayoría simple de cada Estado da un ganador.

En ese sentido, anoto que el empate técnico solo se ha presentado en dos ocasiones en la historia norteamericana.

La primera en 1801: fue elegido presidente Thomas Jefferson; la segunda se produjo en 1825, cuando fue elegido presidente John Quincy Adams.

Si despues de 195 años que se presentó el último empate electoral vuelve y se repite, de nuevo el Congreso quedará con el balón en sus manos para elegir al Presidente que garantice la democracia, la estabilidad, la economia, la seguridad, el progreso etc., del pueblo estadounidense.