Miguel Vargas y excancilleres piden OEA convoque Asamblea Extraordinaria ante fraude en Nicaragua
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, 10 DE NOVIEMBRE, 2021. El excanciller dominicano, Miguel Vargas, y un grupo de exministros de Relaciones Exteriores de la región latinoamericana hicieron un llamado para que, en el marco de la 51 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se realiza en línea desde este miércoles, los cancilleres y jefes de delegación de ese organismo convoquen a una Asamblea General Extraordinaria ante los comicios fraudulentos celebrados este domingo en Nicaragua.
Mediante una carta conjunta, 40 excancilleres expresaron su consternación y resaltaron que dichas votaciones no reunieron las condiciones mínimas que demandan los estados democráticos y que consagran la Constitución de Nicaragua, la Carta Democrática Interamericana (CDI) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ya que, a su juicio, han sido ignorados.
Insistieron en que los comicios fueron ejecutados en forma irregular y dieron como resultado “una parodia de elección”, cuyos resultados se conocían por adelantado. Carta exministros sobre Nicaragua-Zovatto-VF10nov
“Este proceso electoral fraudulento empezó cuando Daniel Ortega logró una reelección en noviembre de 2011 en violación de la Constitución, forzando a la Corte Suprema y al Tribunal Electoral a alegar el inexistente derecho a una reelección indefinida como ‘derecho humano’ de Daniel Ortega. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha rechazado esa interpretación. En una reciente Opinión Consultiva ha determinado que ‘la reelección indefinida es contraria a la Convención y Declaración Americana’”, enfatizaron los exministros.
Asimismo, alertaron sobre el arresto arbitrario de 39 opositores al gobierno, incluidos siete candidatos a la presidencia, así como la detención de opositores, periodistas y empresarios, la eliminación de partidos rivales y criminalización de la disidencia en un proceso que empezó meses atrás y que culminó con unos sufragios carentes de observación electoral internacional independiente.