“El Departamento de Estado insta a los ciudadanos estadounidenses a hacer planes para salir de Haití ahora por medios comerciales”, afirma un mensaje difundido en las últimas horas por la embajada estadounidense en Puerto Príncipe.
La legación diplomática aconseja a sus ciudadanos “considerar cuidadosamente los riesgos” de viajar a Haití o de permanecer en el país “a la luz de la situación actual de seguridad y los desafíos de infraestructura».
Advierte que es “poco probable” que pueda ayudar a sus ciudadanos a marcharse de Haití si los vuelos comerciales dejan de estar disponibles.
Explica que, además de los problemas de seguridad, la escasez generalizada de combustible puede limitar los servicios esenciales en una emergencia, incluido el acceso a bancos, transferencias de dinero, atención médica urgente, internet, telecomunicaciones y opciones de transporte público y privado.
Haití atraviesa una de las olas de violencia más graves en los últimos quince años, que se ha agravado después del asesinato del presidente Jovenel Moise, perpetrado el pasado 7 de julio.
SECUESTROS INDISCRIMINADOS
Las bandas armadas controlan varias barriadas de Puerto Príncipe, atemorizan a la población con secuestros indiscriminados y han causado un desabastecimiento de combustible con bloqueos de carreteras y ataques a los camioneros.
El mensaje fue difundido tras concluir la visita al país del subsecretario de Estado para la Lucha contra el Narcotráfico, Todd D. Robinson, quien se reunió el pasado martes con el primer ministro, Ariel Henry.
Robinson anunció la donación de 60 vehículos y de 200 equipos de protección a la Policía Nacional de Haití, pero advirtió de que Washington no irá “al rescate” del país caribeño.
“Al final de cuentas, no va a ser la comunidad internacional la que venga al rescate de Haití. Van a ser los haitianos, van a ser las autoridades haitianas, va a ser la Policía haitiana quienes van a ser responsables de la seguridad en el país”, aseveró Robinson.