Por la redacción

TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, ISRAEL, 9 DE OCTUBRE 2023.- Las brutales hostilidades en Israel y Hamás ahora también hacen temer una nueva crisis alimentaria. Esta es la alarmante preocupación del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, que ha pedido acceso «seguro» e «inmediato» a las áreas afectadas. Los actores involucrados en el conflicto llaman a cumplir «con los principios del derecho humanitario, tomando todas las medidas necesarias para salvaguardar la vida y el bienestar de los civiles, incluyendo el acceso a los alimentos», ha recordado la organización con sede en Roma.

De hecho, según la PMA, Palestina corre el riesgo de desabastecimiento. “Si bien la mayoría de las tiendas en las áreas afectadas en Palestina tienen un mes de existencias de alimentos, existe el peligro de que se agoten rápidamente a medida que las personas compran alimentos temiendo un conflicto prologando”, ha explicado PMA.

Esto se suma a que “los cortes de electricidad frecuentes aumentan la amenaza de que los alimentos se echen a perder”, han añadido. «Estoy desconsolada por los eventos que están ocurriendo en Israel y Palestina y su impacto en los civiles. A medida que enfrentamos crisis humanitarias sin precedentes y sufrimiento, más violencia es lo último que el mundo necesita», ha agregado la directora del PMA, Cindy McCain, en sus redes sociales.

Más aún, la situación también se produce después de que en los pasados meses la organización ya se viera obligada a reducir su asistencia por no haber recibido la financiación necesaria (que otorgan los países donantes) para llevar adelante sus programas en el terreno.

El PMA “ha sido constante en su entrega de asistencia humanitaria crucial, sirviendo aproximadamente a 350.000 palestinos al mes y brindando ayuda a casi un millón de palestinos en colaboración con otros socios”, ha detallado la organización. Pero desde junio de 2023, se ha producido “una drástica reducción de la asistencia para el 60% de los beneficiarios […] debido a la falta de financiamiento, dejando solo a 150.000 personas recibiendo raciones reducidas”. Una situación, esta, que también están viviendo otros países azotados por conflictos prolongados, como Afganistán.