El frío polar llega a Portugal y lleva nieve a sus picos más altos

PORTUGAL.-La masa de aire polar procedente de Escandinavia llegó este jueves a Portugal, donde ha provocado un descenso de las temperaturas hasta grados negativos, con nieve en la sierra de Estrela y un aumento de las precipitaciones de norte a sur del país.

Según el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA), el nordeste es la zona más afectada por esta ola de frío, con mínimas que podrán llegar hasta los ocho grados negativos el viernes, aunque también se registran heladas en las zonas interiores del norte y centro.

Este jueves, las temperaturas mínimas de algunas localidades en los distritos de Braganza, Vila Real y Guarda (fronterizas con las comunidades autónomas españolas de Galicia y Castilla y León) caerán por debajo de los 0 grados.

Nieve y niebla en la ciudad más alta de Portugal

En la ciudad de Guarda, capital del distrito homónimo y la más alta de Portugal a 1.056 metros de altitud, se preparan para el temporal de nieve previsto para las próximas horas.

Es una ciudad «muy fría», por lo que los vecinos están acostumbrados a las bajas temperaturas.

No obstante, Protección Civil de Guarda tiene todo listo por si tuviera que actuar en las calles y ante emergencias.

En el día de hoy, además del frío intenso, rozando los cero grados a primera hora de la mañana, el viento y la niebla han hecho que la jornada esté siendo más dura para los transeúntes.

Por las calles de la ciudad caminaba fuertemente abrigado António Lopes, quien aseguró en declaraciones a EFE que Guarda es la localidad de Portugal donde «nieva primero», aunque la nevada prevista para esta jornada «no tiene hora marcada».

«Este año todavía no nevó, el año pasado no nevó en invierno, vamos a ver ahora», indicó, antes de continuar con su camino.

Frío moderado en la capital

Bastante diferente es la situación en la capital de Portugal, Lisboa, donde se espera para hoy que la mínima esté en los 8 grados y que baje a los 5 el viernes, de acuerdo al IPMA.

Entre los centenares de turistas que paseaban por la turística Baixa, hoy soleada, se encontraba Tiago Silva, un guía turístico que conduce un tuktuk y que no cree que esta ola de frío vaya a afectar mucho a su negocio.