Aumenta el temor a una mayor catástrofe en Gaza si los ataques y combates llegan a Rafah
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, GINEBRA, 26 DE ENERO, 2024.-El temor está aumentando entre los actores humanitarios en el sur de Gaza, que ven posible una catastrófica revuelva de la población desplazada en la localidad de Rafah, al extremo sur de la Franja de Gaza, que no tiene espacio, ni comida, está enfadada y ya no tiene a donde más huir, dijo hoy un responsable de la ONU.
«Creo que si lo que está sucediendo en Jan Yunis continúa de la misma manera, con la intensidad que estamos viendo, con bombardeos y combates y el desplazamiento de miles de personas hacia Rafah, que ya está lleno, puede haber un revuelta civil» dijo el jefe de derechos humanos de Naciones Unidas en los territorios palestinos, Ajith Sunghay.
«La gente también tiene mucho miedo de que la violencia se extienda a Rafah», donde se encuentran hacinados 1,3 millones de palestinos, de los 2,2 millones que ocupaban toda la Franja de Gaza hasta el inicio de la guerra con Israel. En esta localidad solían vivir 280.000 personas hasta ese momento.
Sunghay denunció que el ejército israelí está atacando desde hace días áreas de Jan Yunis que éste mismo había designado como «seguras» para los civiles, a pesar de lo cual «les siguen ordenando con insistencia que se trasladen allí».
El representante de la ONU, quien la semana pasada visitó la zona tras recibir un visado de corta duración de Israel, indicó que un peligro adicional es que las incursiones y combates calle por calle entre los soldados israelíes y los milicianos de Hamás lleguen Rafah, lo que sería desastroso».
«Es algo que tememos, pero esperamos que no ocurra. Todas las indicaciones que tenemos en este momento es que si Rafah es atacada, entonces entramos en territorio desconocido», reflexionó.
«Porque sólo hay dos lugares a los que la gente puede huir: por un lado está el mar Mediterráneo, por el otro la frontera egipcia, por el norte y el este está Jan Yunis, así que sólo se puede especular lo que pasaría… y estamos hablando de 1,3 millones de personas», advirtió.