“La Brisita” del gobierno y la brisita de los pobres

Por Charlie Núñez.

Al finalizar el año 2025, la gente recordará muchas cosas de él, pero cuando pregunten: «¿qué es lo que más le suena o recuerda de diciembre específicamente?», de seguro le dirán que tienen como un zumbido en el oído lo de la brisita navideña.

Todo comenzó con un anuncio del gobierno a los medios de comunicación de que entregaría el bono navideño “La Brisita” para garantizar que todos tuvieran segura su cena del 24.

Luego del anuncio, le llegó al propio gobierno el aviso de tormenta con vientos huracanados, al aparecer medio país en la lista de beneficiarios, porque estaban pasando crujías; esto incluía a los expresidentes de la República.

Pero nada, fue un pequeño error del sistema; entonces aparecieron entregando el dinero de todos como si fueran volantes promocionales, atraparon uno vendiendo bonos en una esquina y todos fueron testigos de la dicha que tuvieron algunos que en vez de una “Brisita”, fue un ciclón, recibiendo bonos por paquetes.

Mientras tanto, la mayoría de la gente tuvo que conformarse con la brisita fría de la naturaleza y disfrutar de la “Brisita”navideña del gobierno, por redes, radio y televisión. Luis ni en eso nos acompañó todo el camino; se fue con su familia a coger una brisa diferente.

Ahora bien, vamos a suponer que el bono de la brisita lo hayan planificado en función del mapa de pobreza, que se haya hecho con las mejores intenciones y con sentido ético y moral. ¿No calculó o no le importó al gobierno que una cena sencilla de Navidad estaba calculada en alrededor de seis mil pesos?.

Lo único bueno de esto es que se les está viendo el refajo a Luis y sus funcionarios, de sus discursos de bondades y bienestar para la gente.

El país que nos ha descrito y el comportamiento del gasto en el gobierno nos dice que aquí no hay hogares tan pobres que haya que garantizarles la cena ese día.