TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, BARCELONA, 9 abril, 2016. (EFE).- El presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, subrayó hoy que mantiene su oferta de una gran coalición con socialistas (PSOE) y liberales (Ciudadanos) porque «es lo único que es viable».

Rajoy, que participó en un acto del Partido Popular (PP, centroderecha), insistió en que el pacto de gobierno firmado por PSOE y Ciudadanos pretendía «derogar» todas las reformas del PP y fue «derrotada en las Cortes», ya que el líder socialista, Pedro Sánchez, no fue elegido presidente del Gobierno en el proceso de investidura en el Congreso a principios de marzo.

En los comicios del pasado 20 de diciembre, el PP consiguió 123 escaños de los 350 del Congreso de los Diputados, seguido de PSOE (90), Podemos (izquierda, 69) y Ciudadanos (40).

Con estos resultados, Rajoy declinó la propuesta del rey de España para formar Gobierno, al considerar que no tenía mayoría suficiente, por lo que presentó su candidatura Sánchez, pero no fue elegido, ya que el acuerdo al que llegó con Ciudadanos no le dio el apoyo necesario.

Sin embargo, no renunció a intentarlo de nuevo y buscó sumar al pacto a Podemos, aunque tras la reunión del pasado jueves de los tres partidos, esta posibilidad es prácticamente imposible.

Por ello, afirmó Rajoy, «la que está en vigor ahora» es la propuesta del PP, por la que apostó desde el día siguiente a las elecciones del pasado 20 de diciembre.

El jefe del Ejecutivo y líder del PP insistió en la imperiosa necesidad de conformar un gobierno «en serio», y que esté presidido por los «populares», ganadores de los comicios.

Sin embargo, el secretario de Organización del PSOE y número tres del partido, César Luena, mostró hoy la disposición de su partido a alcanzar «siempre» acuerdos de Estado con el PP pero «nunca» para formar Gobierno porque los socialistas, dijo, tienen el compromiso «de cambiar a Mariano Rajoy y al Partido Popular».

Por su parte, Ciudadanos mantiene el veto a Rajoy, al considerarlo incapaz de liderar una nueva etapa política, aunque sí le pide que no boicotee posibles soluciones para evitar unas nuevas elecciones.

Si los diputados no eligen el nuevo presidente del Gobierno antes del 2 de mayo, se disolverá directamente el Parlamento y se convocarán nuevas elecciones que, según el calendario que marca la ley electoral, serían el 26 de junio.