TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, CARACAS, 05 de abril, 2017. -La Asamblea Nacional de Venezuela comenzó hoy el debate sobre la «ruptura del orden constitucional», la persistencia de un supuesto golpe de estado y la remoción de los magistrados del Supremo, aplazado el martes por el bloqueo del paso a la Cámara por parte de las fuerzas de seguridad.

Tras una controvertida sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que dejó sin facultades a la Asamblea Nacional, revocada poco después por la propia corte, el Parlamento inició hoy un debate sobre lo que consideran que fue no solo «la ruptura del orden constitucional» del país sino también un «golpe de estado» cometido desde el Poder Judicial alentado por el Ejecutivo.

El diputado Henry Ramos Allup rechazó la calificación de «impasse» con la que el jefe de Estado, Nicolás Maduro, describió la situación que se produjo cuando la fiscal general, Luisa Ortega criticó la decisión del Supremo de asumir las facultades del Parlamento.

Esa decisión se subsanó luego de que el Consejo de Defensa de la Nación exhortase al Supremo en ese sentido y en medio de la presión nacional e internacional.

«Cuando (los magistrados) se dan cuenta del escandalazo que se produjo, porque estos imbéciles parecen ser especialistas en autodestruirse, cuando ese par de sentencias se convirtieron en escándalo mundial, ellos creyeron que aplicando la operación tijera (…) y mutilaron de las dos sentencias las partes que generaron escándalo, san se acabó», dijo Ramos.

El expresidente del Parlamento indicó que el hecho de que el Supremo haya suprimido de las sentencias las medidas con las que se arrogaba la función legisladora no exime de responsabilidad al Ejecutivo y la máxima corte.

La sesión que debió celebrarse ayer se aplazó para hoy luego de que las fuerzas de seguridad impidieran el paso de los diputados y centenares de partidarios hasta la sede del Legislativo para respaldar el proceso de remoción de los magistrados.

Desde la mañana del martes, los cuerpos policiales bloquearon las vías de acceso de los alrededores del Palacio Federal Legislativo, impidiendo la salida de la marcha opositora.