Chinos dueños de pica pollos y centros de uñas destacan más beneficios con relaciones diplomáticas entre RD-China
TRAS LAS HUELLAS DIGITAL, SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA, 03 de mayo 2018. -Como acertadas y positivas, calificaron las relaciones diplomáticas entre RD-China, algunos chinos, propietarios de diversos negocios en la provincia Santo Domingo.
Uno de ellos es Macero Ng, dueño de Uñas Chinas Supply, quien consideró que este lazo entre ambos países “impactará en la inversión extranjera directa de China hacia aquí”.
Más y mejores empleos
Asimismo, puntualizó que “habrá menos barreras comerciales”, por lo que atribuyó se crearían más y mejores empleos en el país.
Educación
Se refirió también al aspecto educativo. Sostuvo que a través del otorgamiento de becas a estudiantes dominicanos para que cursen estudios en el país asiático, impactaría de forma positiva este sector.
RD-China “son amigos”
De igual modo, Willy Feng, quien se dedica a la venta de pollo frito, en su establecimiento Pica Pollo Willy, expresó su satisfacción porque China y República Dominicana “son amigos”.
Valora decisión de Danilo Medina
Destacó que su familia recibió con regocijo la noticia y que con esta decisión del gobierno de Danilo Medina le favorecerá en su negocio.
La trascendental decisión del Gobierno dominicano fue dada a conocer el pasado lunes 30 de abril, por el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Flavio Darío Espinal.
Se realizó mediante rueda de prensa en el Palacio Nacional, moderada por el portavoz del Gobierno y director general de Comunicación, Roberto Rodríguez Marchena.
A continuación la declaración íntegra del Gobierno dominicano:
Anunciamos a la nación dominicana que hemos tomado la decisión de establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China, con el convencimiento de que esta decisión será extraordinariamente positiva para el futuro de nuestro país.
Con este objetivo, el Canciller de la República, Miguel Vargas Maldonado y el Ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, se encuentran hoy en Beijing para firmar un Comunicado Conjunto, en donde se establecen las relaciones diplomáticas entre nuestros países.
Dichas relaciones se están dando a conocer en un acto público que tiene lugar en estos momentos en la capital china, donde son horas de la mañana del martes.
Por nuestra parte, la decisión de tomar este paso ha sido largamente meditada y consultada con amplios sectores políticos y económicos del país, tomando en cuenta principalmente las necesidades, potencialidades y perspectivas de futuro para el pueblo dominicano.
China es hoy la segunda economía global y su base manufacturera y exportadora es líder mundial. Tiene el sistema bancario con mayores depósitos del mundo, su población es el consumidor con una demanda más creciente de productos y su territorio es tanto el destino como el origen de algunas de las empresas más innovadoras del mundo, en terrenos que van desde la inteligencia artificial a las ciencias de la salud.
Por años, los sectores productivos dominicanos han solicitado un mayor acercamiento diplomático, comercial y económico con la República Popular China, un Estado que por sí sólo representa el 20% de la población mundial, con más de 1,300 millones de habitantes.
Es preciso puntualizar que, incluso en ausencia de relaciones diplomáticas, el comercio bilateral entre nuestras dos naciones ha crecido año tras año hasta el punto que hoy China es el segundo suplidor de nuestras importaciones.
Con un intercambio comercial anual que ronda los $2,000 millones de dólares, nuestro país es el segundo socio comercial para China de la zona caribeña y Centroamérica.
Por supuesto, entendemos que ahora que pasamos a establecer relaciones diplomáticas, el potencial de crecimiento de nuestros lazos comerciales es inmenso.
La formalización de nuestras relaciones también es un reconocimiento a la comunidad chino-dominicana, que ha tenido una larga trayectoria participando en todas las actividades económicas, sociales y culturales de nuestro país. Entendemos que esta comunidad es un enlace natural para esta nueva etapa entre las dos naciones.
Estamos, efectivamente, entrando en una nueva etapa en materia de política exterior.
En los siguientes meses y años se abrirán paulatinamente enormes oportunidades de cooperación, no solo en el terreno comercial, sino también financiero, tecnológico, turístico, educativo o energético.
Por poner un solo ejemplo, más de 135 millones de turistas chinos visitan anualmente destinos internacionales. El establecimiento de estas relaciones diplomáticas permitirá que parte de ese turismo fluya hacia nuestro país en un futuro próximo. Y esa es tan solo una de las cosas que van a mejorar.
Como parte ineludible de este acuerdo el gobierno de la República Dominicana reconoce que existe una sola China en el mundo y Taiwán forma parte inalienable del territorio chino.
En la tarde de hoy hemos comunicado a la parte de Taiwán la ruptura de las relaciones diplomáticas mantenidas hasta el momento con Taiwán, a quien agradecemos profundamente la cooperación que hemos compartido durante años y que ha permitido el desarrollo de numerosos programas de gran importancia para nuestro país.
Sin embargo, la historia y la realidad socioeconómica nos obligan ahora a un cambio de rumbo. Nuestro gobierno confía en que la nueva situación producto de esta decisión se manejará de la manera más constructiva y fluida posible.
Mirando al futuro, el establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Dominicana y la República Popular China tiene un gran potencial en todos los ámbitos.
A partir de hoy las instituciones públicas y privadas dominicanas estarán activas para firmar los acuerdos necesarios en el corto y mediano plazo en materia turística, comercial, agrícola, cultural, educativa, tecnología, inversiones y en todos aquellos temas que sean de beneficio para nuestros pueblos.
Hoy hemos dado un paso de gran trascendencia. Sobre la base de la solidaridad y el respeto mutuo, las relaciones entre República Dominicana y la República Popular China van a dar un giro histórico, con consecuencias extraordinarias para las presentes y futuras generaciones de ambos países.
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