SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA, 21 de diciembre, 2013. -El presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica Reverendo Fidel Lorenzo Merán, reiteró que el presidente de la Junta Central Electoral Roberto Rosario incumple la ley sobre matrimonios religiosos no católicos, al continuar entregando licencias a pastores sin completar el proceso que incluye el entrenamiento del personal auxiliar.

Al mismo tiempo, responsabilizó a  ese organismo, de cualquier error que en lo adelante comentan los pastores con licencia, porque hasta ahora ellos  no cuentan con los libros y formularios para transcribir los matrimonios, ni personal auxiliar secretarial ni mucho menos suplentes, para cumplir una tarea tan delicada como  es trabajar con el estado civil de las personas.

Indicó que la entrega de licencias es un tema del pleno de la Junta Central Electoral que según la ley es el facultado para hacerlo, y que no debería ser una decisión absoluta ni unilateral del presidente del organismo, y que lo que está haciendo un proceso viciado de ilegalidad que expondría a los pastores al escrutinio público.

“El problema no es  que se nos entreguen licencias pura y simplemente, sino para que se cumpla con el debido proceso y que no haya errores lamentables en el futuro, que puedan festinar el proceso”, expresó Lorenzo Merán.

Recordó que la Dirección Nacional de Registro Civil a través de la Escuela Nacional de Formación Electoral y del Estado Civil (EFEC), cuando los pastores fueron entrenados les dijeron que la ley exigía la formación de un suplente y de personal auxiliar para asentar las actas.

Exhortó a los pastores y líderes a que examinen el proceso y que usen el sentido común, porque si un pastor con licencia decide casar en el actual estado de cosas, podría demandando en daños y perjuicios o ser sometido a la acción de la justicia, porque no tiene la facultad técnica para hacerlo.

Recomendó nueva vez al presidente de la Junta Central Electoral a que inicie de inmediato  el entrenamiento del personal auxiliar que es la fase que quedó pendiente para fines de entrenamiento y así completar el proceso que establece la ley 198/11, sobre matrimonios religiosos.