SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA,  21 de marzo, 2014. -La mayoría de las comunidades de este municipio padecen de una serie de males, debido al abandono de las autoridades municipales y el Gobierno, que no escucha lo reclamos de la población.

Francisco Vargas, Presidente Junta de Vecinos los Trinitarios, señaló que para los munícipes de ese sector el abandono del Gobierno y la autoridades de la provincia ha sido generalizado, ya que sabiendo en las condiciones en que se encuentran los habitantes que residen a lo largo de la cañada no se han dignado a realizar ningún proyecto para sacarles de la miseria en que viven.

Vargas, no obstante, manifestó que dentro de la miseria que le ha tocado vivir junto a su familia y los residentes de la Cañada tienen que estar pendiente a las frecuentes crecidas, ya que en varias ocasiones han tenido que abandonar sus viviendas por el desbordamiento de esta.

Dijo que los residentes de la Cañada sufren el temor de ingerir el «agua potable» existente en la zona, debido a que, sin duda, es un foco de contaminación.

Expresó que las autoridades de santo Domingo Norte, en vez de llevar soluciones a la comunidad, lo que hacen es crearles más problemas.  Añadió que  el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales no ha hecho nada para evitar que las aguas contaminas que produce la Cañada de los platanito vayan a parar al río Isabela.
Precisó que por el cause de la cañada es normal observar heces fecales y montones de basuras cuyo paradero final son las aguas del río Isabela.

Advirtieron que en  los próximos días munícipes que residen en la Cañada  realizaran  un plan de lucha con varias manifestaciones, hasta lograr que el sindico Francisco Fernández, cumpla con lo prometido en campaña, ya que según los moradores solos los políticos los utilizan para esa época.

Al igual que los residentes de la Cañada de Gurabito, otros barrios como los trinitarios se encuentran  en extremo abandono, lo que ha provocado en los último días fuertes protestas en demanda de soluciones a los problemas que padecen, ante las cuales las autoridades y el gobierno permanecen mudos y ciegos.