ARGENTINA, 10 de abril, 2014. -Los principales medios de transporte de Argentina se vieron afectados por el paro nacional convocado por los principales sindicatos opositores al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y varias agrupaciones de izquierda.

Gran parte de los conductores de autobuses, camiones de transporte o otros vehículos se unieron a la huelga, convocada por el líder del sindicato de camioneros, el exaliado kirchnerista y ahora opositor Hugo Moyano.

Tampoco funcionan los trenes ni el subte o metro de Buenos Aires, a pesar de que estaba previsto que circularan la mayoría de las líneas.

“Resulta imposible la implementación del cronograma de emergencia que había dispuesto la empresa para el día de hoy, ya que no se pueden garantizar las condiciones operativas ni de seguridad para los empleados y pasajeros”, explicó la empresa concesionaria del Subte.

Los aviones de cabotaje se suspendieron y la estatal Aerolíneas Argentinas reconoció que sus servicios podrían verse afectados.

El paro de transporte impidió que muchos argentinos acudieran a trabajar, dada la dificultad para conseguir taxis u otros medios de transporte, así como desabastecimiento en gasolineras.

Algunas empresas permitieron a sus trabajadores trabajar desde casa o pagarán por los taxis que tengan que tomar sus empleados.

Mientras, los principales accesos a la capital por carretera fueron afectados por piquetes. En la autopista Panamericana se produjo un enfrentamiento entre manifestantes y gendarmería que dejó varios heridos y detenidos.

«Antidemocrático»

El jefe de gabinete de la presidenta, Jorge Capitanich, dijo que “es una actividad antidemocrática impedir que trabajadores vayan a trabajar” y aseguró que no hay razones para un paro nacional de esta naturaleza.

A la huelga, convocada para demandar salarios acordes con la alta tasa de inflación, mejores pensiones para jubilados y más seguridad para los trabajadores, se sumaron gremios de distinta naturaleza, desde panaderos a bares y restaurantes.

Según el corresponsal de BBC Mundo en Buenos Aires, Ignacio de los Reyes, los sindicatos amenazan con el mayor paro general que enfrentó hasta ahora el gobierno de Fernández de Kirchner.

“Al profundo descontento entre algunos sectores trabajadores con la política económica del país se unieron quejas tan heterogéneas como la protesta por el crecimiento de la inseguridad. Pero el paro también es interpretado desde el oficialismo como un pulso político al ejecutivo y una forma de respaldar a la oposición de cara a las elecciones de 2015”, explicó el corresponsal.