Marc Anthony y Juan Luis Guerra, Gigantes en un recital que calentó Quito
Quito, 25 de octubre, 2014. (EFE).- El estadounidense de origen boricua Marc Anthony y el dominicano Juan Luis Guerra ofrecieron hoy un recital denominado «Gigantes», que calentó la fría noche de la capital ecuatoriana a fuerza de salsa, merengue y son.
Junto a Juan Fernando Velasco, uno de los mejores exponentes de la nueva música ecuatoriana, Anthony y Guerra hicieron estallar de júbilo a los 40.000 espectadores que llenaron el estadio olímpico Atahualpa, en el centro comercial de Quito, y desafiaron el frío y unos leves intentos de lluvia.
El recital, coreado de principio a fin por los asistentes, se extendió hasta la primera hora de la madrugada quiteña, con unos artistas totalmente entregados al público.
El concierto empezó con la presentación del joven músico Jonathan Luna, que comenzó a calentar un escenario multicolor de 30 metros de frente, instalado en la cabecera norte del estadio capitalino.
Lugo se presentó Velasco, con sus clásicas canciones, siempre coreadas desde las gradas con mucho entusiasmo y enarbolado por las ráfagas de las potentes luces de colores que emanaban del escenario.
Y aunque la gente no quería que Velasco terminase, el cantautor ecuatoriano dejó encendida la mecha para la presentación de un Marc Anthony magnífico, que puso de cabeza el estadio donde sólo se suele observar un paroxismo similar cuando juega la selección nacional de fútbol.
El estadounidense, vestido con una gabardina y bufanda negra, vaqueros y gafas oscuras, hizo delirar al público con «Valió la pena», para proseguir con clásicos como «Y hubo alguien» y «Hasta ayer», para culminar con el éxito «Vivir mi vida».
Anthony se mostró de cuerpo entero y bailó con la gente al ritmo de sus canciones, a momentos paraba el sonido para escuchar extasiado el coro del público que le respondió con soberbias aclamaciones.
En medio de su participación, asomó Juan Luis Guerra para acompañar a Anthony en una de sus melodías, «Tu amor me hace bien», lo que terminó de prender al público.
Con ese marco de sensaciones, Guerra arremetió con todo y salió al escenario para interpretar «Como yo», «Voy a pedir su mano», «La llave de mi corazón» y «Bachata rosa».
También sus éxitos «Ojalá que llueva café en el campo», «El Niágara en bicicleta», «Las avispas», «Estrellitas y duendes», «Burbujas de amor» y ya pasada la media noche explotó con su clásico «La bilirrubina».
Unos cuarenta músicos, entre los que acompañaron a Velasco, Anthony y Guerra, compartieron también el escenario en un magnífico recital frente a un marco impresionante de público, que permaneció estoico pese al frío y los atisbos de lluvia que no mermaron la algarabía de la gente.
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