SANTO DOMINGO, REPUBLICA DOMINICANA, 16 de Diciembre, 2014. -La Cámara de Diputados reconoció este martes al músico González Alvarado Pereyra, popularmente conocido como el “Cieguito de Nagua”, por sus aportes al folclor y a la identidad cultural de la República Dominicana.

En ese sentido, el diputado José Luis Cosme, proponente de la pieza legislativa contentiva del reconocimiento, destacó las contribuciones que ha realizado Alvarado Pereyra, indicando que este fue quien le puso saco y corbata a la música típica, y la llevó a los grandes salones.

“Este aporte que ha hecho ha enaltecido no sólo a Nagua, sino a todo el país y el mundo”, enfatizó el legislador.

Mientras, el presidente de la Comisión Permanente de Cultura, Manuel Jiménez, en representación del titular de esa entidad, manifestó que una de las funciones de esa instancia es preservar los bienes intangibles, y que eso constituye el Ciego de Nagua.

“Usted querido Bartolo vino para que lo miráramos y lo escucháramos a usted; vino a poner una estampa a través de la cultura. Ningún reconocimiento será del tamaño de su obra, hacemos esto simbólico, pero su obra la tenemos en el corazón. Gracias por su legado”, pronunció Jiménez.

En la actividad, se presentó un video con la trayectoria y declaraciones del galardonado, el cual fue preparado por el departamento de televisión de la institución legislativa, donde se evidenció el cariño y la emotividad  que le profesan las personas cercanas al reputado artista.

Durante el reconocimiento, al homenajeado le fue entregado un pergamino contentivo del extracto de la resolución, donde la instancia cameral justifica la merecida  distinción a este ícono popular, que constituye un digno ejemplo de superación.

Por su parte, el escritor Rafael Charljub Mejía, quien le escribiera una biografía al compositor y posteriormente le dedicara un capitulo completo en una de sus obras, adujo que Alvarado es “el ciego que ve con los ojos del alma”.

De manera muy emotiva, el galardonado no encontraba cómo expresar su agradecimiento, a lo que simplemente atinó a decir: “no tengo palabras para expresar la alegría que siento, gracias a la Cámara de Diputados, al diputado Cosme, a mis compañeras, mi esposa y hermanos, espero que estén tan alegres como yo”, expresó el artista.

Alvarado Pereyra nació el 10 de enero del año 1947 en la comunidad de la Jaguita, municipio de Cabrera, provincia María Trinidad Sánchez, ciego de nacimiento, se inició en la música típica como ejecutante de la tambora y cantante del denominado ritmo “perico ripiao”; variante originaria del merengue que el entonces joven músico siguió perfeccionando con la ejecución de la armónica.

La resolución, que fue aprobada a unanimidad, establece que el “Cieguito de Nagua”, es considerado como uno de los padres fundadores del citado ritmo y fue declarado como activo cultural de la Nación, en un reconocimiento otorgado por el Ministerio de Cultura.

El documento destaca que la condición visual no fue un obstáculo para el artista, ya que con apenas siete u ocho años tocaba el acordeón con el que interpretaba los más populares merengues típicos de la época.

Indica que en el año 1973, el merengue de su autoría “La Luz”, o “El fua”, se convirtió en unos de los más resonantes éxitos dentro de su género; alcanzando en los medios de comunicación niveles de amplia difusión nacional e internacional.

El intérprete de música típica, es un fenómeno de popularidad, quien es reconocido por su pueblo como un niño prodigio, y que posee una trayectoria de 43 años en el mundo artístico que lo hacen merecedor del reconocimiento, como una gloria del folclor dominicano.

Al acto de distinción asistieron importantes figuras de la música típica, entre ellas, Josefa Tavares, mejor conocida como “Fefita la Grande”, María Díaz y Krency Garcia, más identificado como “El Prodigio”. De igual modo, el homenajeado estuvo apoyado por su esposa, hermanos y amigos.

Además,  estuvieron presentes en el evento,  diputados de los diferentes partidos, y se contó con la presencia del senador por la provincia María Trinidad Sánchez, Arístides Victoria Yeb.